Estas últimas semanas nos llegaban noticias de su impacto económico y cultural, con la planeada llegada de una comitiva anual de hasta 40 visitantes desde China [1], y también de su lado más humano, recogiendo la visita a la localidad de un guitarrista belga a «ver a sus amigos de Petrer» [2]. Son los ejemplos más recientes de la contribución de la Semana de la Guitarra (Festival Internacional de Guitarra José Tomas Villa de Petrer, formalmente) a la vida local, con hitos que han pasado a la historia en sus 17 años de vida, como el Premio Trujamán en 2011 [3] -máximo galardón que se otorga en España relacionado con el instrumento- o el estreno del «Concierto Petrer», de Iannarelli [4], este verano pasado, y que pone al municipio en la selecta lista mundial de ciudades con concierto propio. Hace cinco meses, por traer otro ejemplo cercano, nos hacíamos eco de tres publicaciones internacionales [5] de música y guitarra que llevaban en su portada al festival local, y hace todavía menos, a principios de año, recogíamos el reportaje de el guitarrista y periodista nipón Kazuhiro Yoshizumi [6], que en primera persona narraba en la revista “Gendaiguitar” de Japón, de millonaria tirada, su experiencia personal durante el festival. El presidente del colectivo de guitarra PIMA Petrer y responsable del festival, Pepe Payá, ha preparado estos días un dossier que trata de agrupar datos de relevancia como estos: son decenas de páginas y se deja fuera varias cosas, datos que sorprenden por tanta expectación y reconocimientos hacia Petrer y su festival. Motivo de alegría, que contrasta con un comentario de tristeza de Pepe Payá en su muro de Facebook, de hace unas horas, que nos ha hecho indagar, y que es bastante claro: «Estoy triste por la incertidumbre de la Semana de la Guitarra».
[7]Se da siempre por supuesto, claro, el hecho indudable de que el festival es uno de los principales encuentros mundiales de guitarra año tras año por la cantidad y calidad de los artistas que nos visitan, por la importancia de sus actividades paralelas, como conferencias y exposiciones y por la relevancia de su concurso de guitarra, uno de los más estimados por profesionales. ¿Cuánto vale esto? La pregunta es relevante porque estos días, por increíble que parezca, la Semana de la Guitarra de Petrer está pasando por un momento delicado, de incluso incertidumbre en cuanto a su continuidad. ¿Hasta qué punto? «Necesitamos el compromiso anual del ayuntamiento a aportar este mínimo económico», confirma Payá a este periódico. «No puedo asegurar la continuidad del festival si no podemos contar con esa cantidad todos los años».
[8]¿En cuánto, monetariamente hablando, se cifraría la certeza de que cada edición va a ser el sueño de un melómano de las seis cuerdas?, preguntábamos, y antes de dar más detalles sobre la situación del festival y sus aspiraciones, reseñemos que a esa pregunta han de acompañarle muchas otras para comenzar a medir su repercusión y ascendencia sobre el municipio. Por ejemplo, ¿cuánto vale que estrellas mundiales como David Rusell -ganador de un Grammy- o Leo Brouwer [9] -miembro de honor de la Unesco y compositor de la banda sonora de películas como «Un paseo por las Nubes o la premiada con un Oscar con «Como agua para Chocolate»- citen el festival en entrevistas y lo recomienden a alumnos por todo el globo? ¿Y hasta dónde viajará el nombre de Petrer en boca de los cientos de guitarristas de docenas de países del mundo que cada verano conviven en la localidad? Algún aspecto aislado sí se puede medir, como el impacto económico para la población que, especialmente en bares y supermercados, tiene el festival, con las miles de personas que entre público, estudiantes y artistas arrastra cada verano a la población. Pero, conociendo por ejemplo que hay más guitarristas en China que población tiene España, dato que habla por sí solo de la fiebre por el instrumento que hay nivel mundial, la pregunta es más sutil: ¿Cuánto vale ser una referencia mundial en el mundo de la guitarra?
David Rusell, un embajador de la Semana de la Guitarra.
Es difícil, ¿verdad?, poner una cifra a lo que estamos señalando, y otras preguntas del estilo.Tras progresivos y brutales recortes, de más de un 75% en cinco años, el festival ha seguido brillando por el esfuerzo y desvelo adicional realizado por todo el equipo y los colaboradores que están detrás del festival y también, por qué no decirlo, porque en ocasiones se ha tirado de amistad a la hora de traer a los grandes artistas que han ido viniendo año tras año.
El festival necesita financiación para recuperar un presupuesto reducido al que se le ha hecho frente consiguiendo mantener la calidad, incluso superarse año tras año con un gran esfuerzo. Pero la magnitud del evento, como nos decía Payá, necesita una base estable anual para garantizar su realización: cualquier evento de este calibre, de hecho, se gestiona y prepara con un presupuesto aprobado, sólido y que pueda responder ante cualquier situación de incertidumbre sobre otras fuentes de financiación.
[10]La aportación municipal hasta la fecha para el festival es de 15000 €, y para que se hagan una idea, el concierto de Diana Navarro en las pasadas fiestas patronales el ayuntamiento se gastó 28.000 euros [11].“Hemos hecho un esfuerzo por los petrerenses [12] tras años de recortes; la expectación es máxima”, dijeron entonces desde el ayuntamiento hace unos meses… Si dos horas y media de concierto valen esta cantidad de dinero, ¿cuánto costaría realmente organizar un evento que dura quince días, con exposiciones, ferias, conciertos, concurso, monográficos, conferencias, master class y con figuras reconocidas mundialmente?, ¿Cuánto costaría mantener un concurso que promueve giras internacionales a jóvenes guitarristas que a su vez llevan el nombre de Petrer en sus currículums, CD’s, vídeos, conciertos…?
¿Cuánto vale la Semana de la Guitarra? Posiblemente una aportación que pueda recuperar un presupuesto lógico y necesario, recortado severamente desde hace ya varias ediciones, sería una cifra mínima para un gasto municipal. «Llegar a una cifra para el presupuesto del festival similar a los de hace algunas ediciones, sería suficiente para garantizar este evento cultural que ha puesto a Petrer en el mapa mundial como la ciudad que realiza uno de los festivales más destacados internacionalmente en la especialidad de nuestro instrumento más popular, la guitarra», asegura Pepe Payá. ¿25000€, 30000 euros en total de aportación municipal? ¿Acaso, y según hemos visto y comparado, son estas cifras exageradas para un municipio a cambio de algo que es único y que seguramente se lo rifarían muchos ayuntamientos?
Todo el mundo entiende que en áreas como la educación, la sanidad o la cultura la inversión realizada no debe medirse en términos económicos -su retorno y valor está por encima del dinero-, y por eso la administración, y no la iniciativa privada, es quien debe proveerle fondos. Pero es que incluso en este ámbito, en el económico, y como hemos ilustrado, cada euro aportado ofrece una rentabilidad inimaginable, el sueño de un brocker, especialmente en el área de promoción mediática y turística, además con un producto cultural ejemplar. En esta legislatura, a actividades de promoción turística, el ayuntamiento de Petrer ha invertido más de tres veces esa cantidad en promoción del municipio, y sin desmerecer, el resultado parece quedar lejos de los logros y exposición mediática que ha conseguido el festival. Y no es culpa suya, simplemente es difícil concebir una campaña que capture los sueños de tantas personas, o que tenga tanta capacidad de resonar a nivel internacional, o que pueda convencer a cientos de turistas a venir a Petrer en verano.
El ámbito cultural no sólo se ha visto atacado desde la administración estatal, con esa subida del IVA al 21% que tanto daño ha hecho en el sector, sino también a nivel local, por ejemplo con la tasa que ahora deben abonar las asociaciones y colectivos locales por usar instalaciones municipales como el Teatro Cervantes. En Petrer, otras pérdidas dolorosas en los últimos años han sido, por ejemplo, la desaparición del certamen de Autos Locos en las fiestas patronales o la no realización del festival de teatro y arte callejero Arte en Bitrir el año pasado tras dos ediciones de éxito. No obstante, y pese a la inquietud creciente de Pepe Payá, que este año simplemente ha dejado claro que ya no hay posibilidad de seguir con menos, parecía imposible que la Semana de la Guitarra, el principal evento cultural y musical de la localidad, el orgullo de Petrer, presente durante 17 ediciones ininterrumpidamente, pudiera llegar a peligrar tanto como lo está haciendo a día de hoy y además por una cantidad que en el presupuesto municipal podría considerarse anecdótica. Más cuando, este año electoral, y tras la polvareda de críticas que recibió la concejalía de Cultura por no llegar a un entendimiento con Arte en Bitrir, sí se había alcanzado un acuerdo [13] para el retorno del festival de arte callejero este 2015. Parecía imposible, decimos, pero meses de desencuentro nos han llevado a esta situación y el reloj ha entrado ahora en cuenta atrás; seguiremos informando.