En junio, mes de preludio de las vacaciones estivales y de fin de ciclo en muchas actividades, como en la escolar, los españoles teníamos una cita con las urnas para elegir a nuestros representantes en las elecciones europeas, que en Petrer se saldó con un triunfo por mayoría absoluta para los populares. Por lo demás, fue un mes tranquilo en lo político, al que siguieron las promesas a las proclamas, como la del Plan Camps que aseguraba una inversión de 7 millones de euros para el semestre, y que tuvo sus momentos agradecidos, como el recibimiento en el ayuntamiento a alumnos de la prestigiosa Universidad Agraria de Wageningen, que estuvieron estudiando sobre el terreno la distribución y uso de nuestras terrazas, entre otros motivos agrarios. Lo cierto es que el único tema de batalla política que sobrevivió a la resaca de las elecciones fue la Ley de Dependencia, que lleva meses protagonizando quejas de diferentes asociaciones y de los partidos de izquierdas sobre su implantación en la C. Valenciana.
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Estando así las cosas, desde la publicación aprovechamos para acercarles otro tipo de temas, como la multitudinaria reunión, aunque sólo fuera por un día, de una de las primeras grandes pandillas de amigos de la localidad, allá por los años sesenta, o contarles cómo trabajan los pastores que aún quedan en nuestro término. En nuestra sección de reportajes, examinamos la normativa contra el ruido en una serie de artículos de Pedro Luis Rico Cerdá, técnico en la materia, y nos dejamos llevar, por citar algún contenido más, en una travesía musical. Nuestra temática medioambiental, además de informar del reconocimiento de una zona de especial protección para aves en la localidad, tuvo como principal protagonista al río Vinalopó, a través de las fotografías de Néstor Rico, la novela corta de Francisco Peiró, «En busca del Vinalopó», publicada por entregas y que narra el viaje a pie del protagonista por todo el cauce, el más largo de la provincia, y sobre todo por la iniciativa del I Encuentro del Vinalopó, un proyecto ciudadano para restaurar y recuperar este histórico caudal. La guinda la puso uno de los colaboradores, Benito Ruiz, que nos cedió en exclusiva parte de su obra para acompañar el encuentro.
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