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Un célebre prólogo

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En plena polémica sobre la caza en el territorio [2], el fotógrafo y naturalista Paco Choclán, cazador, ha querido recordar en este artículo, y valiéndose de una figura como la de Ortega y Gasset, la figura del «antiguo cazador», inmortalizado en el prólogo de «Veinte años de caza mayor» del Conde de Yebes, además de contarnos también su especial relación con esta obra.

Un célebre prólogo

En el año 1942 se escribió un libro memorable, que dio lugar a un prólogo, como es natural en cualquier obra literaria, pero también memorable.

El libro se llama: VEINTE AÑOS DE CAZA MAYOR.

Su autor: Eduardo Figueroa Alonso-Martínez, CONDE DE YEBES.

Prólogo de: José Ortega y Gasset.

El Conde de Yebes (1898-1986), perteneció a una familia de abolengo, siendo hijo del Conde Romanones, político durante el reinado de Alfonso XIII, desempeñando varios ministerios así como la Presidencia del Gobierno.

Fue también tío de la conocida Natalia Figueroa, esposa del popular cantante Raphael.

Familia de alta tradición cinegética, por lo que, además de este su primer libro, escribió un gran número de ellos, siempre dedicado a la caza en todos sus aspectos.

Poseyó, creo que hasta su muerte, el record del mundo del antílope sable africano, siendo incontables los trofeos conseguidos durante su vida, pero este no es el momento de pararse en ello, pues es otro el fin de este artículo.

Conde de Yebes. [3]
Conde de Yebes.

“Veinte años de caza mayor” lo hemos considerado los viejos CAZADORES, con mayúsculas; los que tuvimos la suerte de vivir una época cinegética que, en poco se parece a la actual; los que siempre hemos querido, respetado y protegidos a los animales, porque así lo hemos mamado en la educación que nuestros padres nos dieron; los que tenemos que aguantar tantas y tantas críticas de personas ignorantes de la verdadera nobleza del arte de la caza, quizás justificada por la actuación de tantos advenedizos, matarifes y carniceros, que salen al monte con una escopeta en la mano dispuestos a pasar por la piedra todo lo que en él se mueva. Estos indeseables, que no siendo todos, ni mucho menos, sí que son los suficientes para armar ruido y dar lugar a la fama que injustamente padecemos los verdaderos cazadores, y que somos los primeros en condenarlos. Pues continuo, este libro es para nosotros la Biblia de la Caza, donde además de grandes relatos, nos enseña un sinfín de preceptos que hemos de guardar en nuestro comportamiento, como los caballeros que debemos de ser en el ejercicio de este noble deporte.

Resumiendo, este libro es una auténtica obra de arte literaria, y aconsejo su lectura a cazadores y no cazadores, porque les ayudaría a conocer la verdadera problemática de la caza, además de deleitarse con la prosa del Conde de Yebes.

Para terminar esta pequeña exposición del autor, añadiré que su profesión fue la de arquitecto, teniendo una gran destreza en el dibujo artístico, que le valió para ilustrar sus obras, y algunas otras de entrañables amigos, como el caso de Jaime de Foxá, en su también celebre y maravilloso libro “El Solitario”.

Fue Presidente de Honor de la Federación Española de Caza, hasta su muerte, así como fundador y Presidente de la Junta Nacional de Homologación de Trofeos de Caza Mayor.

Yo tuve la gran fortuna de conocerle personalmente allá por los años setenta, coincidiendo algunas veces en eventos organizados por la Federación Española de Caza, a los que yo asistía como Secretario de la Federación Provincial de Alicante.

Su amabilidad, educación y sencillez, eran envidiables en aquel hombre de tan alta categoría, en todos los sentidos.

Poseo como una joya, un ejemplar de su libro, dedicado personalmente, con esta delicada y cariñosa dedicatoria: “Para Paco Choclán, gran aficionado a la caza. Muy afectuosamente. Conde de Yebes. Abril 1972”.

Dedicatoria. [4]
Dedicatoria.

Cuando el Conde de Yebes terminó su libro, se planteó quien debería de prologarlo, pero no quería que fuese una persona que se limitase, como es acostumbrado en estos casos, a ensalzar las virtudes de la obra y su autor. Quería que fuese alguien que viese su obra bajo un punto de vista crítico, ya que el tema daba para ello, y la polémica estaba servida.

Fue entonces cuando pensó en su gran amigo, el insigne y gran filósofo José Ortega y Gasset. Otra cosa sería que él se prestara a ello, dado su constante trabajo que le ocupaba todas las horas del día.

Con su sombrero, en una de las imágenes más recordadas de José Ortega y Gasset. [5]
Con su sombrero, en una de las imágenes más recordadas de José Ortega y Gasset.

Así que puso rumbo a Portugal, donde Ortega pasaba largas temporadas,… Bueno y aquí lo dejo, porque la historia completa prefiero que la cuente el propio Conde de Yebes, en su conferencia sobre “La Historia de un Prólogo” que pronunció en el Club de Urbis de Madrid, el 27 de Junio de1963 (aquí pueden leerlo íntegro) [6].

El prólogo se terminó y el libro vio la luz con un éxito arrollador, pasando a formar parte de los más afamados de la literatura cinegética, siguiendo estando de actualidad después de setenta años de su creación.

Hace unos años, ante el interés de los lectores y la dificultad en conseguir algún ejemplar de aquella época, sus nietos llevaron a cabo una nueva edición con una presentación más moderna, un formato mayor y una presentación verdaderamente más atractiva, pero sin el sabor de antaño y el valor de una obra que ha soportado siete décadas sin que sus pilares se resientan, a pesar de tantas y tantas vicisitudes por donde la caza ha tenido que atravesar durante todo este tiempo.

Pero si grande fue y es este libro, hay algo que lo hace aun más importante y valioso: su prólogo. En él, José Ortega y Gasset creó, lo que ha sido reconocido por todo el mundo literario, como un ensayo filosófico de la más alta calidad, con nada más y nada menos que unas sesenta páginas, dependiendo de la edición, lo cual para un prólogo, es una extensión nada usual, pudiéndose deducir la importancia de esta magnifica obra.

Ediciones del prólogo de Paco Choclán. [1]
Ediciones del prólogo de Paco Choclán.

Tal ha sido su importancia, que se ha traducido, por si sólo, a varios idiomas y se han llevado a cabo un buen número de diferentes ediciones, por empresas y editoriales.

"Mediatationen uber die yagd", una edición alemana. [7]
"Mediatationen uber die yagd", una edición alemana.

Siempre me ha apasionado su lectura, de tal forma que, desde hace algunos años vengo coleccionando, no con pocas dificultades, ediciones de este maravilloso prólogo, teniendo en la actualidad diez ejemplares, algunos del año 1943, otros de bella edición, como el caso del publicado por la Unión Española de Explosivos, con bellísimas laminas a color de Julio Romero de Torres, otros editados por Revista de Occidente, que precisamente fue fundada por el propio Ortega y Gasset, y el que tiene un gran valor, es el Meditationen über die Yagd, traducido al alemán y al que hace mención el propio Conde de Yebes en su conferencia de la “Historia de un Prólogo”. Este ejemplar lo conseguí, con una gran dosis de suerte, en una feria del libro antiguo, en Madrid.

Primera edición. [8]
Primera edición.
Última edición. [9]
Última edición.

Otros los he conseguido gracias a la colaboración de la hija de Ortega, Presidenta de la Fundación Ortega y Gasset, a quien me dirigí y con toda gentileza y amabilidad, me facilitó información, a través de la Directora de la Fundación, de las distintas publicaciones llevadas a cabo. Otra cosa muy diferente es el poder dar con ellas, pero este es el aliciente de cualquier colección, el tratar de conseguir lo que se quiere; por eso yo seguiré, sin prisa pero sin pausa, buscando algunos de los ejemplares que faltan. Vale la pena.

Unión Española de Explosivos. [10]
Unión Española de Explosivos.

Y esta ha sido la historia de un gran libro: VEINTE AÑOS DE CAZA MAYOR, que escribió un gran cazador: EL CONDE DE YEBES, y que dio lugar a un gran prólogo, escrito por un gran filósofo: JOSÉ ORTEGA Y GASSET.

José Ortega y Gasset en esta portada. [11]
José Ortega y Gasset en esta portada.