[1]La noticia es que el candidato a la alcaldía por el Partido Popular de Petrer y alcalde en funciones, Pascual Díaz Amat, ha negado la entrevista electoral a Petreraldia –aquí, las entrevistas con el resto de partido [2]s que concurren a las elecciones-. Se ha negado en persona a su director y firmante de este artículo, Luis Humberto Villaplana Yáñez (primera y única vez en el artículo que voy a hablar de mí mismo en tercera persona), en una conversación breve y airada a la puerta del ayuntamiento de Petrer el pasado día martes, 12 de mayo, sobre el mediodía -luego detallaré la escena-.
Esa es la noticia, redactada de una manera objetiva (bueno, he incluido el adjetivo «airado», porque breve fue sin duda, pero creo que lo encontrarán más descriptivo que opinativo). Al final, como cuando tienes que comunicar algo negativo a un entorno cercano, simplemente cuentas lo que ha sucedido, sin más, y tras darle muchas vueltas así han quedado las primeras líneas de este editorial. Pero hay muchas, muchísimas más. Les invito a que se queden hasta el final porque tiene todos los ingredientes para interesarle: es importante, repercute en su entorno cercano (bueno, tenemos miles de lectores que no viven en la localidad, pero muchos miles más que sí lo hacen), compete a una figura pública con representación electa y afecta a decenas de miles de personas. Es novedoso, también, incluso el tratamiento, porque los editoriales de este periódico, en seis años, pueden contarse con los dedos de las manos, y siempre iban referidos a presentar novedades y nuevas secciones de la publicación y nunca para efectuar una denuncia pública de estas lides.
Pero bueno, no ha habido más remedio. Porque, retomando el hilo, Pascual Díaz se ha negado a efectuar la entrevista para cubrir la información del Partido Popular en estas elecciones. No es que se haya negado a realizar un debate con otros grupos -no habría prosperado tampoco, visto lo visto-, es que se ha negado a una simple entrevista electoral, en coherencia con las realizadas al resto de partidos políticos que concurren a las elecciones de este domingo (PSOE, Ciudadanos, Esquerra Unida, Compromís, PACMA, Upyd y Sí se puede), y que estaba destinada a cubrir al Partido Popular. Una entrevista, no crean, grabada en vídeo como el resto, y en la que íbamos a preguntar por una valoración de la legislatura de su equipo de gobierno, tanto en líneas generales como área por área (por concejalías), así como propuestas para estos cuatro años que vienen. Iba a preguntarle también por una valoración de la oposición, que pudiera rebatir todas sus tesis, y había también una cuestión acerca de la gestión del PP en la Generalitat Valenciana -son autonómicas también, al fin y la cabo- de la que, en esta sí, si Díaz no se veía «comprometido» no podría considerárseme periodista. Finalmente, y exactamente igual que para el resto de partidos, la pregunta era: «¿Por qué debería votar el vecino de Petrer al Partido Popular en estas elecciones?»
[3]Eso era a lo que se negaba, y así se lo comuniqué. Y ahora, podemos proseguir con la prometida escena, el cómo se negó. Como digo, fue un encaramiento de apenas cinco o seis minutos. Estaba presente los concejales populares Óscar Payá (no estoy seguro de si se fue a mitad) y Fermín García (que sí, seguro, estuvo en todo momento, siempre a mi izquierda). A la petición de la entrevista, dijo «no». «¿No? ¿Cómo que no, por qué?», le inquirí. Y bueno, frases literales: «te lo pongo fácil: no»; «no tenemos nada que hablar»; «a mí me va bien así» (después dijo casi lo mismo, incluyéndome: «nos va bien así» -sin hablarnos, entendí-). Se daba la vuelta y hacía gesto de marcharse, pero le retuve un poco más. Creo que acerté a explicar nuevamente el formato de la entrevista (se la había explicado varias veces a varios miembros del organigrama de campaña del partido), y que «tenía que salir», «salen todos», etc. Además de muchos «no» («no, no, no», negando con la cabeza), añadió más razones para negarse a la entrevista: «te he concedido entrevistas y les has dado la vuelta, no se ha reflejado para nada lo que yo quería decir» y «¿qué quieres? Mi vida es muy complicada» (!). Le dije entonces que pusiera un solo ejemplo en que desde la publicación hubiéramos publicado algo que él no hubiera dicho. Negaba con la cabeza pero no dijo nada, así que continué diciéndole que dónde quedaba la transparencia que proclamaba, que nos forzaba a publicar que no quería hablar; también repetí que no iba a ir «a intentar cogerle» o «hacer sangre», sino que sería una pieza en consonancia con el resto de partidos: «dí lo que quieras de mí en el periódico, opina lo que quieras. Me da igual», arguyó. Mientras él retrocedía y yo me acercaba le dije que sabía que no era así, que lo que quería era precisamente su opinión, y que si era algo personal, mandaba a otro periodista de la redacción. Pascual Díaz finalizó con un «me lo pensaré», se giró y se fue.
Pascual Díaz es maestro de profesión, ha sido director de colegio, vicepresidente de la Unión de Festejos, ha escrito un libro («La enseñanza en Petrer»). Ha sido diputado de Deportes de la provincia de Alicante durante doce años y alcalde de Petrer durante ocho años. Es el presidente del partido en la localidad, es el presidente del Comité de Ética del Partido Popular de Alicante. Son unos apuntes de su trayectoria; como todos, Pascual Díaz tiene muchas caras y yo he conocido muchas amables: puedo relatar varios ejemplos. Así que no corrí a publicarlo: quizá, como todos, tuviera un mal día y por mi parte, se había ganado ese crédito. Pero ya han pasado nueve días y ni él, ni desde el partido, se han puesto en contacto con la publicación. Ocasiones ha tenido, grabé las entradas de Moros y Cristianos justo debajo del lugar que ocupa en tribuna; también nos hemos cruzado en alguna ocasión en estas fiestas. Es decir, hemos de asumir que se lo ha pensado y no ha cambiado de opinión: no habla con nosotros.
Antes de valorar qué supone negarse a hablar con el, posiblemente, medio de comunicación más leído, influyente y plural de la localidad, dediquemos unas líneas a desmontar las peregrinas excusas argumentadas para ello en el encuentro citado, pues es el único elemento de referencia que Pascual Díaz nos ha dejado. De todo lo que argumentó, como han leído, sólo encontramos en realidad que aporta una razón (porque «mi vida es muy complicada» no entra en esa categoría): «Te he concedido entrevistas y les has dado la vuelta, no se ha reflejado para nada lo que yo quería decir». Lo cierto es que me ha tocado tirar de archivo para encontrar la última entrevista que realizamos desde la publicación a Díaz, tanto tiempo hace. Esto es así por dos cosas principalmente. La primera es que desde el ayuntamiento y desde el propio Partido Popular tienen un gabinete de prensa que funciona más que bien, con envíos puntuales de notas de prensa desde hace años. Es decir, de todas sus apariciones y declaraciones públicas (excepto las que realicen para otros medios) somos debidamente informados y además, de una forma idónea para el Partido Popular, pues es una comunicación que pueden controlar en todos sus aspectos. La segunda razón es que las ruedas de prensa que ha dado personalmente Pascual Díaz durante esta legislatura han sido muy, pero que muy escasas; no dio un paso al frente en este sentido hasta diciembre del año pasado, a medio año de las elecciones, y aún así ha preferido mayormente otros canales de comunicación, como las redes sociales. La última entrevista que he encontrado a Pascual Díaz, pues, es de ¡hace cuatro años! Volvía a ser diputado de Deportes (aquí tienen la entrevista [4]) y sobre eso versaba la entrevista. Antes de eso, valoración de los resultados de las anteriores elecciones (aquí [5]) y ¡la propia entrevista electoral de 2011! Todas esas entrevistas están grabadas en vídeo. La excusa argumentada es tan sumamente pobre y extemporánea que, en propiedad, habría que calificarla como mentira.
Lo cierto es que no sé qué razón última hay tras esta negativa tan rotunda, pero no es la función de esta publicación especular sobre ello. Nuestra función es informar sobre la valoración que hace el Partido Popular de la legislatura que ya ha acabado y sus propuestas e iniciativas para la que afrontamos a partir del 25 de mayo. Pero ya ven que se nos niega esa información de primera mano; así que tratamos de acudir a otras fuentes secundarias, como el programa electoral del partido. Pero, ay, todo lo que podemos encontrar del mismo en la red es la fotografía que ven bajo estas líneas.
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Su actitud, pues, es todo un golpe al derecho a la información que tienen todos ustedes, queridos lectores. Es una grave desconsideración al principio más básico en democracia: para votar, para elegir una propuesta u otra, es imprescindible una información completa y transparente. Y llega en un momento en el que la exigencia de transparencia por parte de la ciudadanía es más elevada que nunca. Y viene por parte del «alcalde de todos», como reza su publicidad electoral; del alcalde que ha dice haber atendido a más de tres mil personas por whatsapp y recibido personalmente a muchas más miles de personas en su despacho; viene del Presidente del Comité de Ética del Partido Popular de Alicante. Pascual Díaz ha hecho campaña en numerosas ocasiones de la accesibilidad y cercanía de su gestión, de su transparencia. ¿Dónde quedan esas proclamas? El Partido Popular de Petrer no ha publicado en la web municipal los presupuestos, contratos menores, convenios y retribuciones de cargos públicos, pese a comprometerse en un pleno municipal hace más de un año (la ley les obligará a finales de este). Pascual Díaz se ha negado a debatir con el resto de grupos municipales, no sólo en este medio, sino en todos los habidos (lo más cercano fue en Intercomarcal, pero no hubo debate; estaban todos los partidos pero hablaron por separado y en ningún momento debatieron cruzadamente, entre ellos). Y ahora se niega a realizar una entrevista electoral en este medio.
Y claro, una actitud así, genera dudas, muchas dudas, a todos los niveles y en todos los sentidos. Pero ya ha quedado dicho que no es nuestra función especular, ni pretende ser este editorial un juicio sumarísimo contra su persona. En realidad, me es desagradable escribirlo y en última instancia, es una pérdida enorme para este periódico, que se ve privado -y también sus lectores- de conocer las ideas y políticas del partido hegemónico en la localidad, con dos amplias mayorías absolutas en estas últimas dos legislaturas. Pero teníamos que contarlo y denunciarlo, por supuesto, por respeto a ustedes y a la profesión, que ha tenido que vivir episodios vergonzosos en estos últimos tiempos, como la tristemente célebre rueda de prensa de Rajoy, «la del plasma», esa realizada a través de televisión en una sala contigua a donde estaban los periodistas. En la centenaria historia de la prensa, nunca ha tenido legitimidad moral un representante público para negarse a realizar una entrevista a un medio de comunicación (es decir, negarle la información a los ciudadanos), menos aún en estos tiempos. Hace 20 años Iñaki Gabilondo preguntó a Felipe González, a bocajarro, aquello de «¿Organizó usted los GAL?» En el derecho a la información y la libertad de prensa, ni un paso atrás.