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Molt honorable president Camps?

El auto del juez Flors del TSJV,  que va a sentar en el banquillo de los acusados por corrupción al sacrificado ex presidente Camps ,  muestra  con detalle las investigaciones llevadas a cabo por la justicia para esclarecer unos hechos, que son constitutivos de delito.  En este caso  además,  delitos continuados  puesto  que  el  ex presidente y  sus   tres altos cargos,   estuvieron recibiendo regalos durante  varios años, de una trama corrupta – Caso Gürtel-que se beneficiaba de sustanciosos contratos con la Generalitat Valenciana. La facturación de la empresa corrupta  Orange Market  dirigida por  el amigo del alma de Camps,  Álvaro Pérez  alias  “el  Bigotes”  con la Generalitat Valenciana desde 2003 a 2008 es de 7.886.295 euros,  donde se incluyen los sustanciosos contratos para organizar los pabellones feriales de FITUR  entre otros y la visita del Papa a Valencia.  Por las  investigaciones del Caso Gürtel  se sabe ahora que en  la visita del Papa, la mitad de los 7 millones de euros de la contratación de Canal 9 en instalaciones visuales y acústicas, se los quedó la red corrupta en comisiones. Porque hay que recordar,   que el caso de los Trajes  es una pieza separada  dentro de la investigación del  caso Gürtel.

Días antes,   16 de junio de 2011 el Tribunal Superior de Justicia Valenciano, ratificó la imputación en el Caso Gürtel  de la cúpula del  PP  regional por la supuesta financiación ilegal de su partido. Confirmando la imputación por delito electoral al ex vicepresidente del Consell Vicente Rambla,  al ex secretario general del  PP  y diputado autonómico Ricardo Costa,  al vicesecretario regional David Serra, a la tesorera regional del partido, Yolanda García y  a la administradora  Cristina Ibáñez.

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El líder nacional del PP rodeado de dos de sus imputados.
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El doblemente imputado Ricardo Costa duerme en Les Corts durante una intervención de Camps.

El círculo se iba cerrando,  y  al  ya “menos honorable  presidente “   junto  a su potente valedor,  el  Sr. Rajoy  se le iban  complicando y mucho las cosas. Desde el inicio de  las investigaciones contra la trama Gürtel,  desde el PP se  ha insistido en una teoría de la conspiración, donde se despreciaba  el trabajo de investigadores, policías, fiscales y jueces. De hecho  desde la dirección nacional del PP, no  se ha  actuado  y  han  guardado un silencio de complicidad contra  los seis  altos cargos del PP Valenciano imputados.  En cambio con Camps el apoyo del líder nacional ha sido  por delante, al lado y por detrás.  Desde el PP tienen una doble vara para medir la justicia, porque  si les imputan  a ellos se trata de una persecución y si imputan al PSOE, raudos y veloces se rasgan las vestiduras y  exigen dimisiones.

Desde el día 15 de julio que se hizo público el auto del juez Flors,  el  presidente cancela su  agenda,  y desaparece.   Y no aparece hasta el miércoles 20 de julio de 2011, donde   en una esperpéntica puesta en escena,    con   un  pésimo  y falso  discurso   el señor Camps  dimitió. En su prepotente  discurso  de despedida  escenificó una vez más su  agrio cinismo, endulzado  con grandes mentiras.

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Se ha denunciado que la dimisión de Camps no se pudo dar en directo por "sabotaje" de RTVV.

Porque es mentira que su gobierno haya sido el mejor,  ahí están los datos del paro que se ha  triplicado,  de  la destrucción de tejido empresarial, y   los  millonarios impagos que ahogan  a  pequeñas y medianas empresas.  Es mentira que sus gobiernos hayan sido los mejores,   porque  tenemos  una deuda autonómica de 17.600 millones de euros.  Durante los años de bonanza  sus gobiernos se sumaron al crédito fácil  y al derroche, mientras  la deuda pública no dejó de crecer.  A lo largo de 2010 el Instituto Valenciano de Finanzas no pudo vender deuda en los mercados institucionales,  y de los 1.000 millones en deuda  que compró Bancaixa y CAM, nada se sabe. A tenor de los datos, más bien los gobiernos de Camps, han provocado una  debacle económica sin precedentes en la historia del País Valenciano.

Es mentira también que todos los gobernantes, directivos, altos cargos y cargos de confianza del PP en la C. Valenciana sean excepcionalmente buenísimos, ¡los mejores  del mundo mundial! La  lista de imputados por  el  Caso Brugal  es  de 25 imputados, incluido el ex presidente de la Diputación de Alicante, J. Ripoll, y la actual alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo.  También está imputado en un delito de abuso sexual  contra tres trabajadoras,  el  ex director de Canal 9. Hay   investigaciones abiertas  por presuntas irregularidades en las subvenciones recibidas por  opacas fundaciones para el desarrollo de los países  pobres.  Además  hay que añadir las últimas  investigaciones por los trabajos no realizados  por  valor de  15 millones de euros  en la depuradora de Pinedo,  y   las  obras ilegales en el  Jardín de Monforte de Valencia  adjudicadas al promotor Ortíz, donde está imputado el concejal y diputado autonómico Jorge Bellver. Vamos un rosario de imputaciones y chanchullos que destapan las redes clientelares que  han creado al abrigo del poder durante estos años,   que les ha proporcionado  ese voto cautivo,   que junto a una ley electoral injusta  y a  la manipulación de los medios de comunicación públicos, les da esa mayoría  absoluta  que ya  estudian en  alguna universidad  en  el  departamento de sociología.

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Los gobiernos de Camps han malgastado el dinero público en  grandes obras faraónicas y vacías de contenido,  que sí  han enriquecido y mucho  a unos cuantos.  Y  como botón de muestra la última perla de la C. Valenciana: Un aeropuerto sin aviones, para que la gente se pasee. El ejemplo del absurdo al cubo y como el negocio está en construir,  y construir.  Eventos como la Fórmula 1  deficitario desde su inicio,  que a los valencianos/as  nos cuesta  unos cientos de millones. Empresas públicas en banca rota como CIEGESA,   por que los presupuestos se los comían los sobre costes de las obras,  y los sueldos de los directivos  de la empresa  pública  encargada de construir las  infraestructuras educativas.

Los conflictos en la  Educación Pública,  el  desmantelamiento de la  Educación y Sanidad Públicas ,   la no aplicación de la Ley de Dependencia,   y la falta de políticas de empleo,  son las  muestras  reales  del desastre total de unos  pésimos gobernantes que han despilfarrado  durante años  a capazos, el dinero público.

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Camps conduce y Rita va de copiloto.

Mientras con calma y atención  he  vuelto  a visionar el vídeo completo del peor  y más falso discurso de  Sr Camps, me indigno  porque  en sus palabras está el  descarado  desprecio  que  entre cínicas risitas, muestra este  presidente hacia   la justicia. De” brutal barbarie”  define con  sorna el Sr. Camps su imputación y reiteradamente se declara inocente junto a sus tres altos cargos  cuando a esas horas ya se sabe, que dos de ellos  ya se han declarado culpables ante el juez.

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Palau de les Arts inundado al poco de inaugurarse.

Me indigno porque  insulta llamando ” miserables “  a los políticos,  asociaciones  y  al movimiento  ciudadano 15 M   que han denunciado   sus  prácticas corruptas,  por las que  va a ser juzgado. Me indigno ante ese discurso prepotente  y falso que  sentencia “que no han podido demostrar nada y que nada podrán demostrar”,  pues algo deben haber demostrado cuando  hace el sacrificio de dimitir y  se va a sentar en el banquillo de los acusados. Me indigno por que el ya menos honorable presidente, repite estar harto de la imagen que se da de la C. Valenciana, cuando el máximo responsable del desprestigio que se vive en la política valenciana, la tiene precisamente  él.  Como ciudadana  estoy  harta, harta,  harta e indignada de  sus inexistentes políticas de empleo,  de que el dinero público se vaya a los colegios privados y concertados,  de que cientos de personas esperen la aplicación de Ley de Dependencia,   del desprecio hacia los familiares de las víctimas del accidente de metro de Valencia. Repito,  estoy harta e indignada  de  que se cobren millones por proyectos  absurdos,  que no se realizarán nunca,   de las  continuas  políticas medio ambientales insostenibles,  de sus prácticas de caciques y de los cientos de puestos de confianza política, puestos a dedo que no hacen nada de nada, salvo cobrar desvergonzados sueldos, de la censura que me impide ver libremente TV3.  Estoy harta e indignada  del abandono  a  las  Bandas y Escuelas de Música valencianas,  del desprecio a la Ley de Ús i Ensenyament del Valenciá ,  del expolio  y destrucción  del  Patrimonio Arquitectónico  en el  barrio marítimo del Cabanyal,  y  del Patrimonio Natural Valenciano con el negocio del Plan Eólico.

El esperpento  en el arte de gobernar,  que durante años se ha  representado en   el  Partido  Popular de la C. Valenciana  desde el acto primero,  que protagonizó el  Sr. Zaplana y su ruinosa  Terra Mítica empieza a tener final;  con el acto de  dimisión del primer y único presidente autonómico de la democracia,   acusado de un delito continuado  de cohecho pasivo impropio. El último acto que cerrará  este  esperpento  será,  cuando finalicen todas las  investigaciones de la mayor trama de corrupción de la historia de la democracia, el Caso Güertel, y  se fije  la  fecha para  el juicio.  A pesar de los males que sufre esta tullida democracia, confío en la JUSTICIA.

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El  hoy ya menos, mucho menos  honorable  presidente Camps, lejos de esos  “anhelos que anidarán  siempre en su corazón por el trabajo bien hecho”, lo que va a quedar para la historia es que nos  mintió  a todos los valencianos/as,   y que tuvo que dimitir como  Molt Honorable President  de la Generalitat Valenciana,   porque está   formalmente acusado  de unos hechos de posible significación delictiva por los que será juzgado.

Si presuntamente desde Valencia  y con dinero público,  se ha estado financiando el Partido Popular ,  en  este laberinto judicial y  turbulento caso de corrupción,  y  al final  se  demuestra que así ha sido  y los altos cargos son acusados,  deberíamos  ser un poco islandeses  los valencianos/as.  Deberíamos hacer como ellos  y unirnos en una asociación de afectados,  para  exigir ante la justicia  que devuelvan a las arcas públicas valencianas,  todo el dinero que malversaron durante los años de gobiernos del ya menos honorable presidente Francisco Camps.