- Petreraldia.com – Noticias de actualidad de Petrer y su comarca - https://petreraldia.com -

La Constitución: garantía de futuro

[1]

La situación política actual, caracterizada por una crisis econó­mica y social preocupante y un proceso de secesión abierta de una parte de nuestro país, pone de ma­nifiesto la necesidad de recordar que, frente a quie­nes pretenden destruir las bases de nuestra convi­vencia, debemos apoyar­nos sin complejos en la fortaleza que nos otorga nuestra Constitución. La Constitución de 1978 fue fruto de un consenso a muchas bandas, gracias al cual el pueblo español, en uso de su soberanía, se otorgó así mismo un marco normativo con el que pudieran gobernar partidos de muy diversa ideología y de muy varia­da concepción de la ad­ministración territorial y de la propia esencia de la nación española. Se con­siguió compatibilizar el sentimiento abrumadora- mente mayoritario de for­mar parte de una misma nación, con el derecho de nacionalidades y regiones a un cierto, pero limitado, autogobierno. Por otro lado no se trata de una Constitución cerrada, de una imposición inamo­vible del pasado. Antes al contrario, nuestra norma suprema recoge la posibi­lidad de su modificación y actualización a la realidad social y política. Ahora bien, si algo en ella no es modificable es su propia esencia, que es la esencia de nuestra democracia.

Porque el elemento básico de nuestra Carta Magna es el hecho fundamental de que la soberanía, es decir la capacidad de modificar el sistema constitucional, reside únicamente en el pueblo español, y de que por tanto nadie fuera del pueblo español tiene de­recho a decidir sobre las cuestiones esenciales de nuestra convivencia como la unidad de la nación o el sistema de gobierno parla­mentario y representativo. Por tanto, ninguna comu­nidad autónoma, ni ningún grupo social o polí­tico puede asumir una :competencia, un derecho que es del conjunto del pueblo español, y ningún grupo asambleario o sin­dical puede pretender su­plantar la competencia de las Cortes de España para aprobar las leyes. Porque estas, como dijo la Decla­ración Universal de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, son la ma­nifestación de la voluntad general, y no existe ningún medio mejor para conocer esa voluntad general que las elecciones libres me­diante sufragio universal.

No podemos pues dejar de celebrar que desde 1978 nuestra Constitución ha sido el instrumento fun­damental para asegurar un proyecto en común, un proyecto de futuro en paz y convivencia que de­bemos defender frente a quienes anteponen su in­transigente nacionalismo identitario e insolidario, y frente a quienes, median­te huelgas o algaradas pretenden apropiarse sin título alguno para ello de una representación que el pueblo español, otor­ga en elecciones libres a los grupos y personas que considera pueden gestio­nar mejor su destino. Nuestra Constitución, por tanto , es la garantía de concordia, de solidaridad, de libertad , de orden , de progreso y de paz. Por eso en este 34 aniversario animamos a todos a de­fenderla y celebrarla, y por supuesto también a exigir el pleno cumplimiento de los derechos y garantías en ella reconocidos, porque aplicarla en toda su exten­sión, actualizarla y mejo­rarla es la mejor manera de defenderla.