Éxito rotundo de la cultura del Valle

Perplejo, asistí al acto inaugural, e incrédulo quedé, extasiado delante de los 20 metros de exposición donde la gente se deleitaba mirando libros y libros en busca de ese pedacito de nuestra cultura que llamó su atención y le hizo detenerse para elegir entre los más de trescientos ejemplares dispuestos sobre la interminable mesa.

Por momentos, resultaba casi imposible acceder a ella pese a sus casi cuarenta metros de recorrido, un auténtico viaje por el panorama de nuestra literatura contemporánea: Historia, sociedad, costumbres, arqueología, religión, novela, relato, cuento, guías, deporte, ensayo…El listado es extenso y, para muchos, inimaginable.

__¿Tantos autores hay en nuestro Valle?

__Sí señora, y doy fe que no están todos__, recuerdo que contesté mientras me abría paso entre saludos y manos estrechadas. Preocupación en el concejal de cultura:

__¡El vino de honor se ha quedado muy escaso! __me dijo __»Qué culpa tengo yo de este arrebato cultural inesperado» __lo pensé, pero no lo dije_ No hacía falta hacerlo viendo a la gente entretenida en busca de un tema cercano. Aquí y allá, corros literarios, encuentros entre veteranos y jóvenes valores de las letras, escritores y poetas en amable discusión.

__¡Felicidades! __Escuché repetidamente. Eran los propios autores, agradecidos sin tener el porqué, igualmente asombrados por la oportunidad de ser voyeurs en el momento del encuentro entre sus obras y sus propios lectores, algo emocionante que yo mismo practiqué. ¡Hay tan pocas ocasiones de poder hacerlo!

Todas las previsiones se vieron desbordadas por la presencia de un público numeroso que llenó materialmente el recinto habilitado para esta segunda feria. Además de escritores y poetas expresamente invitados a este acto que, en el futuro, queremos sea un encuentro anual entre todos los autores del Valle, se congregaron también los lectores, ávidos de festejar tan gran acopio literario. El espectáculo resultó genial y muy placentero. Alguien comentó:

__¡No habrá un marco mejor para estos libros!

Y no es opinión descabellada pues el Forn Cultural arropa, cual original envoltorio, esta biblioteca vinalopense ocasional. Casaron bien continente y contenido unidos por un tiempo, en muchos casos, contemporáneo.

__¡Nunca se acabará el papel impreso!

Lo dijo enfervorecido uno de los casi doscientos visitantes que acogió el peculiar edificio, y yo estuve con él quién, a modo de fugaz halago, pensó, como yo, que el sitio es tan incomparable como única la ocasión que esta feria nos ha brindado.

Cuando ahora rememoro la jornada inaugural ha pasado sólo un día. Me encuentro en la misma sala, ahora calma, arropada por una música suave y amable que acompaña a los visitantes que recorren en silencio la extensa alfombra literaria expuesta. Les imito y compruebo lo placentero del recorrido por nuestra historia con sólo ir leyendo los títulos y sus autores. A veces, notarios de un tiempo que me es común y quiero comprender, y otras, testigos de un pasado que siento que necesito conocer. Así son los libros que hablan de mi raza y de mi gente, y así acabo mi paseo sobre el culto escaparate cuando se apagan las luces de la sala antes del inminente cierre, que no lamento, sabiendo que este fin de semana he de volver antes de que la feria acabe.

Ahora, sé por la prensa que se batieron records de público, de títulos expuestos y de ventas de libros a precios reducidos. Pero todo eso no importa nada comparado con la sensación de estar en este templo de la cultura y haber tenido la oportunidad de ver, con mis propios ojos, puestos sobre sus obras, cuán grande es la pasión de mis paisanos por este Valle nuestro.

Un cometa literario que sólo es posible contemplar una vez al año.

Por Autores del Valle, ¡para saber de lo nuestro!

 

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