La llamada

Sthephan Hessel
Sthephan Hessel

La llamada

Esa extraña sensación de que algo va a ocurrir, pero no saber el qué. Esa voz que dice que te encuentras en un punto de inflexión. Esa convicción de que todo va a cambiar y  que tiene que ser a mejor, porque peor no puede ir. El mundo vive tiempos convulsos, los ciudadanos del mundo occidental están viviendo el despertar de sus conciencias. La juventud aletargada ha reaccionado ante una situación insostenible. Indignados, Movimiento 15-M, Acampada Sol. Nuevos conceptos para un nuevo momento histórico. Quiénes son los buenos y los malos, cuáles son los antecedentes y las consecuencias corresponde a los libros de historia determinarlos. Entre la complejidad de los elementos, lo que si que parece claro es que uno de ellos encendió la mecha: ‘¡Indignaos!’ de Stéphane HesselLas sesenta páginas que constituyen la obra del diplomático francés no son un planfeto, no son un manifiesto, son un llamamiento.

El llamamiento de Hessel

Portada de ¡Indignaos!
Portada de ¡Indignaos!

La editorial ‘Destino’ acaba de publicar ‘¡Comprometeos!’, la continuación de ‘¡Indignaos!’. Y es que la primera entrega sabe a poco. Sus 60 páginas a penas se leen en 40 minutos. No hay pasajes históricos que recuerden las vivencias de su autor en el campo de Buchenwald preso de los nazis, ni se narran las anécdotas que tuvieron lugar durante la redacción de la Declaración de los Derechos Humanos en la que participó.Hessel, de 94 años, asombrado y asustado por la pasividad de la juventud occidental hace un llamamiento. Un llamamiento desde la experiencia y la sabiduría, alejado de convencionalismos políticos y destinado a despertar conciencias. Para ello, lejos de adentrarse en grandilocuentes discursos, Hessel basa sus ideas en su experiencia como miembro de la Resistencia francesa tras la ocupación Nazi durante la Segunda Guerra Mundial. El autor pretende trasladar el espíritu de la época a la actualidad. Es consciente de que la distancia del tiempo es insalvable, que las situaciones son bien distintas y que los protagonistas de ambos escenarios en muy poco se parecen. No obstante, la esencia de aquel levantamiento es la llama que puede encender la mecha del alzamiento presente. Ese espíritu es tan simple, tan claro y tan contundente como la llamada que da titulo a la obra: ¡Indiganos!

Yo indignado

Tras un magnífico prólogo de José Luís Sampedro, Hessel se adentra en el fundamento de su llamamiento. La indignación ha de nacer de cada uno de nosotros y ese es el primer paso de un largo camino hasta conseguir el cambio. Hessel utiliza las palabras de Sartre, Benjamin y Hegel para retratar la condición humana y su relación con la sociedad. Esa indignación que nace en la conciencia individual es la que da lugar a los grandes movimientos y a sus grandes logros, como lo fue la Resistencia francesa. La indiferencia, la peor enemiga de la lucha contra las injusticias.La indignación no conlleva una lucha violenta, todo lo contrario. La lucha pacífica es fundamental y por muy incomprensibles que sean las acciones de los grandes villanos de nuestro tiempo, hay que mantenerse firme en la convicción pacífica. Llegados a este punto, Hessel reflexiona acerca del terrorismo, de la diferencia del enemigo de antaño y el enemigo actual, y aproxima una actitud “comprensiva”, que no “justificadora”, de los que emplean la fuerza y la violencia.

Insurrección

El autor no puede dejar pasar la oportunidad de mostrar su rechazo e indignación por la situación de Palestina y critica duramente la política israelí. Aprovecha de nuevo para, a través de ejemplos en Oriente Próximo, aclamar la insurrección pacífica y los logros que a través de ella se obtienen.
Indignación, rechazo a la indiferencia e insurrección pacífica parecen ser los lemas de un hombre que no alecciona, si no que muestra. Y lo hace con toda la legitimidad. A lo largo de casi un siglo de existencia, Stéphane Hessel ha visto y vivido la injusticia. Ha intentado comprender el surgimiento de los fascismos, el por qué del genocidio nazí, justificar la atrocidad stalinista. Esto conduce a una segunda lectura de la obra relacionada con su aparición. Que Hessel decidiera hacer esta llamada al mundo, que decidiera despertar a la juventud solo puede significar que el maestro vuelve a sentir el peligro.

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