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Una roca de grandes dimensiones de la cara Este de la ladera del Castillo-fortaleza se ha desprendido por las persistentes lluvias que han agudizado el problema de inestabilidad de la ladera, debido principalmente a la propia composición del terreno, tal y como ha indicado el concejal de Patrimonio Histórico, Fernando Portillo.
El desprendimiento solo provocó el corte temporal de la iluminación monumental, al caer la roca contra uno de los focos que terminó aplastado. Por precaución se ha vallado una pequeña explanada a mitad de la ladera, aunque la roca que se ha desprendido se quedó más arriba.
Técnicos de la Dirección General de Patrimonio de la Generalitat Valenciana y del propio Ayuntamiento, junto con el concejal, han visitado la zona para buscar soluciones y fortalecer toda esta zona. “Sabemos que no hay una solución milagrosa, ni siquiera muchos técnicos se ponen de acuerdo en cómo acometer la consolidación, pero vamos a pedir a una empresa especializada un nuevo informe que nos permita seguir actuando como lo hemos hecho durante los últimos años”, ha indicado Portillo quien ha recordado que “se han encontrado cuevas que estaban cerradas y unas se han rellenado y otras reforzado para dar mayor fortaleza a la ladera que es lo que más nos preocupa”.
Portillo ha recordado que los problemas del Castillo-fortaleza y principalmente la ladera sobre el que se asienta vienen de lejos, y se agudizan cuando llueve de manera persistente a lo que se suma el agua que hay en el subsuelo. Ya en 2010, tras la última gran actuación en la que se invirtieron 600.000 € con una subvención principalmente del Ministerio de Fomento con cargo al 1% Cultural, se pusieron unos testigos y las diferentes actuaciones que se han llevado a cabo en el conjunto histórico han tenido “unas más acierto que otras para conseguir el objetivo de dar estabilidad”.
El edil ha remarcado que “vamos a seguir trabajando para proteger y afianzar la ladera sabiendo que, al igual que ocurre en otras fortificaciones como por ejemplo el Castillo de Almansa, cada cierto tiempo hay que seguir invirtiendo porque la propia singularidad del terreno sobre la que se asienta es inestable”.
El Castillo de Petrer, situado en la cima del casco antiguo, está catalogado como Monumento de Interés Histórico-Artístico Nacional desde 1983. En 2009 se revitalizaron las “Casas Cueva” con la finalidad de hacerlas visitables, se rehabilitó la Alcazaba del Castillo con la restauración de los calabazos teniendo en cuenta la conservación de los dibujos existentes que representan escenas de caza de animales o calendarios de presos y la restauración de la sala principal. Por último, también se recuperó el entorno pavimentando la explanada del Castillo y el arreglo de los alrededores y accesos.