La subida de tasas que el ayuntamiento proyectó el verano del año pasado –aquí un amplio reportaje sobre el asunto [1]– ha significado nuevos gravámenes para el ciudadano en este 2013. Una de las más polémicas, en este sentido, ha sido la tasa por tenencia de perros [2] -12 euros anuales por can-, que ha supuesto problemas también en su aplicación [3], cuando desde el ayuntamiento se han estado enviando cartas certificadas donde se requerían datos de mascotas de los años ochenta. De hecho, la actualización del censo perruno finalmente se ha realizado dando automáticamente de baja a todos los que tenían una fecha de nacimiento anterior al año 1995, lo que ha hecho bajar los números iniciales de 4.500 cánidos a casi la mitad, a los 2.500 perros que hoy legalmente viven en Petrer -es decir, que llevan el obligatorio microchip; los perros que no lo llevan oficialmente no existen y no pagan-. Así, la tasa, que debía generar 50.000 euros anuales para el consistorio, se va a quedar, como máximo, en 30.000 euros en este 2013.
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Todavía pueden dar gracias desde la hacienda local, porque a partir del año que viene quedarán exentos de pagar la tasa todos los perros que viven en el campo. Desde la concejalía, que justificaron la creación de la tasa en “el mantenimiento de dispensadores para la recogida de excrementos de perros, el mantenimiento y limpieza de pipicanes y la limpieza viaria por la suciedad generada por estos animales”, han tenido que reconocer la no pertinencia de la misma en los casos en los que el perro no pisa la ciudad. Así, y a partir del año que viene (no el actual, en 2013 han de pagar todos), la exención de la tasa para los perros del campo reducirá en más de la mitad esos 2.500 perros hoy obligados a hacer frente a la tasa, dejando pues, para 2014, menos de 15.000 euros de recaudación municipal por ese concepto.