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El presidente de la Sociedad Deportiva de Caza La Unión de Petrer, Francisco Abad, reconocía hoy que pasaron unos días “tensos” la semana pasada, porque “una jornada absolutamente legal de caza podía haberse convertido en algo desagradable tanto para la Sociedad como para el pueblo de Petrer”. Se refería, claro, a la amenaza de boicot que varios ciudadanos habían sugerido desde que dimos la noticia de la batida en esta publicación [2], y a unas declaraciones de Los Verdes de Petrer-Elda en las que hablaron «del peligro» que suponía la jornada de caza en el entorno [3]. Esta presión popular finalmente se produjo, con caceroladas en Catí (e incluso lanzando cohetes y petardos) en la previa y con la movilización de varias decenas de vecinos que jalonaron el domingo todo el paisaje de Catí, desde el Pantanet hasta la casa de la Administración, preparados para abortar la batida.
En previsión a ello, el viernes se decidió desde la Sociedad cambiar el entorno de la batida, que finalmente tuvo lugar en la Casa Castalla (territorio de Castalla). “Al principio”, cuenta Francisco Abad, “la conselleria no lo veía muy claro, pues insistía en que todo era legal y no había que esconderse, pero rápidamente coincidieron con nosotros en que era mejor evitar cualquier tipo de problemas”. Durante toda la semana, cuenta Francisco, “se cayeron varios puestos previstos, desde los 65 que iban a venir se quedó finalmente en 43 cazadores; hubo muchos de fuera que desistieron de acercarse en el último momento porque estuvieron siguiendo la actualidad y no querían verse envueltos en un ambiente desagradable”. La mayoría de los cazadores que participaron no supieron hasta el desayuno del domingo que la batida cambiaba de zona. Finalmente, y según los datos oficiales de la Sociedad, se abatieron 6 jabalís, “en un ambiente tranquilo, totalmente seguro y en el que no hubo ningún problema”.
Francisco Abad no ha querido echar más leña al fuego, y ha señalado que “nosotros no queremos ningún tipo de enfrentamiento y lo hemos demostrado. Hemos trabajado a contra reloj para asegurar una jornada pacífica y cambiar la zona de la batida, a pesar de que la ley nos asistía para realizarla en Catí.”