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Guía de supervivencia para el verano

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Ahora más que nunca, con esta crisis interminable, las vacaciones jamás han sido tan necesarias. Este tiempo que todos amamos nos sirve para descansar, disfrutar de experiencias, lugares y actividades que no realizamos el resto del año. Sin embargo, no todo podía ser tan bueno y hay diversos peligros que acechan en la época estival, desde el calor sofocante hasta los típicos cacos que esperan con anhelo la llegada de turistas incautos a los que es más fácil engañar. Por eso, desde esta ventana queremos prevenir a los veraneantes de los inconvenientes con los que se puede encontrar en estos calurosos días, desde las olas de calor hasta el síndrome postvacacional (que a todos nos tocará sufrir dentro de poco desgraciadamente) pasando por los robos y las precauciones que debemos tomar en la playa para evitar desagradables incidentes.

Recomendaciones contra el calor

El calor es el ingrediente imprescindible de todo buen verano. Sin embargo, debemos ser cautos si no queremos llevarnos un susto con las altas temperaturas, sobre todo en las ciudades que no cuentan con una playa refrescante donde huir del calor sofocante.

-Mantenerse hidratado. El agua natural, los zumos y todo tipo de líquidos refrescantes deben ingerirse constantemente durante el verano. Sin embargo, se debe evitar tomar bebidas alcohólicas o con cafeína, sobre todo en las horas más calurosas. Eso, por supuesto, no significa que debamos renunciar a nuestra cervecita en el chiringuito, un complemento imprescindible en las vacaciones. También es aconsejable comer pequeñas cantidades de comida, sobre todo frutas y verduras que nos ayudarán a reponer las sales perdidas por el sudor.

-Ropa ligera. El atuendo más recomendable para estas vacaciones será siempre la ropa fina y ligera que no nos apriete demasiado, que cubra la mayor parte del cuerpo para protegerlo de los rayos del sol y que sea de colores claros.

-Atención especial a los ojos y la piel. Los ojos son una de las zonas más sensibles de nuestro cuerpo, por lo que deberemos tener un especial cuidado en protegerlos con las gafas de sol adecuadas. También debemos usar cremas de protección solar y utilizar un sombrero que nos proteja tanto nuestro cuello como nuestra cabeza.

Este hombre no nos ha hecho caso. [2]
Este hombre no nos ha hecho caso.

-Evitar esfuerzos en las horas de más calor. Siempre tendremos tiempo para demostrar nuestra gran fortaleza física a nuestros amigos, pero hay que ser precavidos y evitar hacerse el valiente en las horas más calurosas. Por eso, siempre debemos evitar los esfuerzos físicos innecesarios.

Cuidado con el mediodía y las primeras horas de la tarde. [3]
Cuidado con el mediodía y las primeras horas de la tarde.

-Nuestra casa, siempre fresca. Nuestro hogar siempre debe ser el santuario donde nos cobijemos del astro rey. Por eso, tendremos que permanecer en las estancias más frescas de la casa y bajar las persianas, toldos y cortinas para evitar que los rayos del sol entren directamente.

Especial ojo con ancianos y niños. Los niños y los ancianos precisan ser vigilados constantemente, ya que son dos sectores de la población muy vulnerables a las altas temperaturas. Siempre deberemos controlar su estado y su ingesta de líquidos y nunca debemos dejarlos en un coche aparcado durante periodos de intenso calor.

Recomendaciones en la playa

Para aquellos a los que la diosa Fortuna os haya sonreído y podáis gozar de un buen destino vacacional próximo a una playa de aguas cristalinas y arena impoluta, también deberéis tener en cuenta una serie de precauciones.

En la playa, siempre con un ojo en nuestras pertenencias. [4]
En la playa, siempre con un ojo en nuestras pertenencias.

-No ser impaciente. Aunque estemos ansiosos por bañarnos en esa agua cristalina, nunca nos debemos sumergir bruscamente en ella, sobre todo si hemos estado tomando el sol. Además, debemos ser cautos y no lanzarnos de cabeza si desconocemos cómo es el fondo de la playa.

-Ayudar, sí, arriesgar nuestra vida, no. Si una persona tiene problemas en el agua, debemos lanzarle algún objeto flotante y pedir ayuda, pero nunca debemos lanzarnos al agua para tratar de salvarle. Siempre debemos seguir las indicaciones del socorrista y de las posibles señales que nos podamos encontrar (carteles, banderas, etc.).

-No ser cabezotas. Aunque estemos deseando disfrutar al máximo de nuestras vacaciones, si, cuando estemos en el agua, notamos algún síntoma extraño (mareos, escalofríos, dolor de cabeza, etc.) no debemos forzar nuestro cuerpo: debemos salir inmediatamente del agua

-Moreno, sí, chamuscado, no Todos estamos deseando tener un moreno envidiable cuando volvemos de vacaciones. Sin embargo, siempre debemos utilizar la protección solar adecuada a cada tipo de piel, que aplicaremos antes de salir de casa y evitar, en los primeros días, una exposición agresiva al sol. Siempre tendremos que cubrir nuestra cabeza para evitar la insolación y, cuando salgamos del agua, tendremos que secarnos bien, ya que las gotas de agua actúan como lupas.

-Cuidado con las medusas. En caso de que uno de estos indeseables invertebrados nos ataque, deberemos aplicar una bolsa de hielo sobre la zona durante al menos quince minutos.

Una criatura bella, pero peligrosa. [5]
Una criatura bella, pero peligrosa.

Recomendaciones contra los robos en nuestro hogar

En estos días, también aparecen otros indeseables enemigos del bienestar: los ladrones. Por eso, para tratar de disuadir a estos huéspedes hostiles de nuestros hogares, proponemos las siguientes recomendaciones.

-Sensación de abandono. Como explica el inspector subjefe de la Policía Local de Petrer, Fermín Bonet, debemos “evitar la sensación de que la casa está abandonada”. De este modo, si nos vamos a marchar durante bastante tiempo, sería recomendable instalar un temporizador automático que encienda las luces, la radio, etc., en pequeños intervalos de tiempo. Además, una de las maneras más eficaces de proteger nuestro hogar es instalar un sistema de seguridad, como, por ejemplo, puertas blindadas y rejas en las ventanas de fácil acceso. Así, demostraremos que somos más astutos que los malhechores.

-Las posesiones de valor, mejor en el banco. No debemos guardar objetos de valor o mucho dinero en nuestros hogares.

Recomendaciones contra los robos en nuestro destino vacacional

Como indica el inspector subjefe de las Policía Local de Petrer, “cuanta más gente haya en un lugar también habrá más riqueza acumulada”, por lo que los destinos vacacionales se convierten en los lugares predilectos para los delincuentes, quienes además son más difíciles de atrapar precisamente por la aglomeración de turistas. Por tanto, hay que estar ojo avizor si nos queremos que alguien rompa nuestro remanso de paz.

Los carteristas hacen su particular agosto. [6]
Los carteristas hacen su particular agosto.

-No llevar cosas de valor. No debemos ser incautos y, por eso, es mejor que no hagamos ostentación de riqueza. Por este motivo, siempre debemos depositar nuestros objetos de valor en una caja fuerte y nunca se debe permitir que un desconocido que no esté identificado maneje el equipaje.

-Mucho ojo. Debemos siempre estar al tanto y vigilar nuestras posesiones cuando estemos en la playa o la piscina. Un descuido puede costarnos un disgusto.

-El consulado, nuestra salvación. En el caso de que un ladrón nos robe la documentación y el dinero, siempre debemos ir “al consulado en el menor tiempo posible y denunciar el robo a las autoridades de ese país”, como explica Bonet.

Recomendaciones para el síndrome postvacacional

Siempre es duro volver a la rutina. Casi cuando conseguimos olvidar nuestros problemas, las vacaciones se acaban y debemos volver a la vida cotidiana, para la mayoría de mucho menor atractivo. Sin embargo, lo mejor es tomárselo con calma. Al fin y al cabo, es inevitable.

Sí, hay que volver: a nuestra residencia habitual, a nuestro trabajo, ¡y a madrugar! [7]
Sí, hay que volver: a nuestra residencia habitual, a nuestro trabajo, ¡y a madrugar!

-Mirar los aspectos positivos. Debemos dejar atrás las vacaciones y encontrar en nuestro trabajo los alicientes que nos ayuden a continuar (aunque resulte difícil).

-Ir poco a poco. Debemos evitar volver al trabajo al día siguiente de finalizar nuestras vacaciones. Un periodo de adaptación de dos o tres días nos ayudará a evitar este síndrome.

– La relajación. Dar algunas clases de yoga o meditar también puede ser una forma efectiva de aclimatarnos a la vuelta de vacaciones.

Y lo dicho, ¡feliz verano!