Hasta 27 nuevos dispensadores de bolsas para excrementos de perros se van a instalar en la población en las próximas semanas, por todos sus barrios. Además, se van a construir dos nuevos pipi-can, que estarán situados entre la estación de autobuses y el aparcamiento asfaltado, donde actualmente hay un pequeño descampado. La obra constará de dos áreas habilitadas de fácil acceso y con bancos para la espera. Las obras comenzarán en un par de semanas y se prevé que se alarguen durante un mes.
[1]
La obra será acometida por Fobesa con fondos procedentes de la tasa de tenencia de perros, que tanta polvareda ha levantado desde su implantación [2] y que este año sólo se aplica a los perros de la ciudad, quedando exentos los de partidas rurales y los adoptados [3]. La anterior actuación de este tipo fue en octubre del año pasado, en la zona del Campet. [4]