- Petreraldia.com – Noticias de actualidad de Petrer y su comarca - https://petreraldia.com -

¿Qué ha pasado en la biblioteca?

El día 1 de abril, el funcionario del ayuntamiento de Petrer, José Ramón Martínez Maestre, encargado de la biblioteca municipal «Poeta Enrique Amat», tomaba una decisión drástica, que sorprendía a sus propios compañeros, y se declaraba en huelga de hambre. La razón que adujo fue «la imposición» por parte del concejal de cultura, José Miguel Payá, de unos horarios que tanto los sindicatos como los trabajadores afectados calificaron de «abusivos, un atropello humanitario» que vulneraba todos sus derechos.  Las negociaciones, contempladas en el convenio laboral, se habían roto días atrás y todo había acabado en la citada «imposición», pero los trabajadores afectados decidieron no quedarse de brazos cruzados y realizaron una convocatoria a los medios para denunciar la situación. No obstante, la rueda de prensa fue un fracaso en cuanto a medios asistentes, y horas más tarde, José Ramón tomó la decisión de acogerse a una huelga de hambre, una decisión que hoy recuerda como «impulsiva, pero necesaria, porque nadie más iba a hacer nada y simplemente parecía que tendríamos que cargar con el atropello».

Petreraldia fue uno de los pocos medios que asistieron a la rueda de prensa del 31 de marzo, horas antes de que José Ramón iniciara la huelga. En la imagen, [1]
Petreraldia fue uno de los pocos medios que asistieron a la rueda de prensa del 31 de marzo, horas antes de que José Ramón iniciara la huelga. En la imagen, de izquierda a derecha, los delegados sindicales Benito Fernández Molina (CSIF), Francisco José Rubio Díaz (SEP) y Juan Antonio Marcos Fraile (CCOO)

La huelga de hambre indefinida de José Ramón era un órdago por el que sí que se interesaron los medios provinciales. Ante ellos, el funcionario dio entonces más explicaciones de su conducta, afirmando que tanto él como sus compañeros deseaban ser recibidos por el alcalde de la localidad, en su función de jefe de personal del ayuntamiento, para que se volviera a abrir la negociación sobre los horarios, con el objeto de lograr un aplazamiento o directamente el rechazo a los horarios planteados desde la concejalía de Cultura. José Ramón explicó también que su protesta no se debía a «reivindicaciones laborales», sino al agravio comparativo que se planteaba y «a la necesidad de conciliar vida laboral y familiar».

El día posterior, jueves 2 de abril, el concejal de Cultura José Miguel Payá, remitió una nota de prensa sobre el asunto dejando clara su posición. En primer lugar, recordó que no se había negado a entrevistarse con el funcionario, y que antes de hacerlo con el alcalde, como manifestó hacerlo José Ramón, debía hablar con él. Después defendió el horario propuesto, sosteniendo que el funcionario municipal sólo se veía afectado por un cambio en el que pasaría a trabajar un sábado de cada seis (hasta ahora no realizaba ninguno), mientras que el resto de sus compañeros realizan un sábado de cada tres, y que su horario laboral era de 35 horas semanales, 30 en los meses de verano. Respecto a la rotura de las negociaciones, el concejal afirmó que se originó en su rechazo de la contrapropuesta sindical, «que incluía jornada intensiva para todos los trabajadores y apertura continuada de 10 a 21 horas las bibliotecas incluso en invierno», y que no era aceptable por el «derroche de los medios públicos al abrir de 14 a 16 horas en invierno o que estén presentes dos trabajadores en cada biblioteca antes de su apertura». José Miguel Payá acabó sus manifestaciones afirmando estar abierto al diálogo y respetando la decisión adoptada por José Ramón, pero recordando que «el equipo de gobierno tiene la responsabilidad de gobernar y ofrecer los servicios que el municipio merece».

En la misma mañana de ese jueves, José Miguel Payá, que regresaba de Valencia, se reunió con José Ramón, quien por la tarde también tuvo la oportunidad de entrevistarse con el alcalde de la población, Pascual Díaz, como había sido su deseo desde un principio. Tanto el alcalde como el concejal declararon en los medios al día siguiente, viernes 3 de abril, que la huelga de hambre «era injusta y desproporcionada», y que esperaban que el funcionario «depusiera su actitud». También informaron que el concejal delegado había convocado una reunión para el miércoles siguiente, día 8, con el fin de seguir negociando los nuevos horarios laborales, pero «solo tratando de mejorar» el proyecto laboral ya planteado. José Miguel Payá incluso fue objeto de una entrevista en la cadena SER, donde se reafirmó en los planteamientos hechos ante otros medios, y volvió a indicar que el «verdadero problema del funcionario» radicaba en que «se haya aplicado a todos turnos rotativos los sábados y jornada partida que, en algunos casos, ya se realizaba».

Foto de los horarios de la discordia. ¡Pinche aquí, véalos íntegros y opine usted mismo! [2]
Foto de los horarios de la discordia.

[¡Pinche aquí, véalos íntegros y opine usted mismo sobre los horarios! [3] (disculpen algunos fallos en el documento, pero se han escaneado para poder mostrar también las objeciones e indicaciones sobre el papel de los propios trabajadores)]

A todo esto, y prestando atención de nuevo a la otra parte afectada, el viernes 3 de abril todos los sindicatos representados en el ayuntamiento hicieron público un comunicado titulado «Caos en la gestión de las bibliotecas de Petrer». En él, afirman lo siguiente: «la intervención directa de D. José Miguel Payá, bajo el aval del Sr. Alcalde, provoca el caos. Prueba de ello es que dos trabajadoras se encuentran de baja por depresión y un tercero en huelga de hambre». También se explica que la negociación se inició en noviembre de 2008 y que «ni el señor concejal ni el señor Alcalde están abiertos al diálogo que predican ya que van imponer el horario por decreto». Para ellos, la propuesta realizada por la concejalía de Cultura «es un horario cáotico, absurdo y totalmente disperso, con cambios constantes de horario, de jornada y de centro de trabajo. Un cuadrante que para 7 páginas necesita 25 folios, está claro que no puede ser muy racional». Por último, defienden su contrapropuesta, «un horario racional y lógico que beneficiaba al Ayuntamiento y a los trabajadores», que fue rechazada por el concejal como él mismo reconoció, y se manifiestan dispuestos «a retomar las negociaciones».

José Ramón Martínez Maestre estuvo en huelga de hambre toda una semana, desde el miércoles día 1 hasta el miércoles día 8. A lo largo de esa semana, realizó nuevas declaraciones, donde reconocía que el concejal de Cultura efectivamente no se negaba a sentarse a negociar, pero que hablar con él no servía para nada, era «como hacerlo con la pared». Especificó que había hasta «nueve horarios distintos y cambiantes según el día para los trabajadores», pero más interesante son las revelaciones que realiza, destapando que «hay más incumplimientos y problemas en las bibliotecas públicas desde hace años, y se han incrementado en los últimos dos», en los que ha gobernado el Partido Popular. Asegura también «las presión y las amenazas son constantes», y comenta que si bien ya siente muy acentuada la característica sensación de hambre, se mantiene con «zumos y cafés».

José Ramón Martínez Maestre, como hemos comentado, abandonó su huelga de hambre el pasado día 8 de abril, tras llevarse a cabo la programada reunión a tres bandas con el concejal de Cultura, los sindicatos y los trabajadores. Afirma que ha abandonado la huelga de hambre por dos razones: «la primera, la promesa de seguir con las negociaciones, y la segunda es que no podía más. Llevaba una semana sin comer y me encontraba muy debilitado». Sin embargo, no se fía, y sospecha que «esto es sólo el primer capítulo». En exclusiva, en días siguientes José Ramón publicará, de su puño y letra, un artículo en el que explicará su actitud y nos dará su visión de los hechos. Ello puede arrojar luz sobre este asunto que parece esconder más de lo que aparenta, pero José Ramón ya ha advertido que por el celo funcionarial no podrá «decir todo» lo que sabe.

Si no lo va a hacer José Ramón, los responsables sindicales o el propio ayuntamiento deberán exponer públicamente qué está ocurriendo en las bibliotecas de Petrer para que se genere tal conflicto, pues se han vertido declaraciones donde se ha informado de que, además de este problema, «dos trabajadoras se encuentran con depresión» y se ha puesto el acento en la gestión de las bibliotecas del concejal de Cultura. El propio delegado sindical del SEP declaró a la SER en los primeros días de abril que todo este problema venía de lejos y mencionó problemas personales con la directora de las bibliotecas de Petrer, Mari Carmen Rico, también hoy de baja por causas médicas, según informan desde la biblioteca Poeta Paco Mollá. El propio José Ramón declaró en su semana de huelga de hambre estar bajo «constante presión y amenaza», y fuentes fiables a los trabajadores de las bibliotecas de Petrer han confirmado un clima muy difícil de trabajo en el último año. Seguiremos informando.