Wildlife Art, como es conocido en el mundo anglosajón y que significa literalmente “el arte de la vida salvaje” es un género artístico que nace en el siglo XX como consecuencia del creciente interés por la vida salvaje y su conservación. Es heredero de los ilustradores que acompañaron en los siglos anteriores a las expediciones que descubrieron los nuevos mundos. Su trabajo era imprescindible para poder catalogar la ingente cantidad de fauna y flora nueva para la ciencia que se encontraban en estas nuevas tierras. En países como Estados Unidos, Inglaterra, Canadá y Suecia goza de gran reconocimiento en sus círculos artísticos. Numerosos artistas de estos países dedican su talento a esta modalidad artística y las obras de algunos de ellos llegan a alcanzar altas cotizaciones. Existen galerías de arte que se dedican expresamente a este género, como la Wildlife Art Gallery [1], la Birds Birds Birds [2], el Leigh Yawkey Woodson Art Museum [3], y el Nature in Art Museum [4]entre otros.
Paralelamente, existe en la mayoría de artistas un compromiso con la divulgación y conservación de aquello que les sirve de inspiración. Y es que, en sus obras, además de representar la belleza de la vida natural, se transmite al mismo tiempo un mensaje de su fragilidad y de la necesidad de conservarla. Existen instituciones conservacionistas que aglutinan sus esfuerzos allí donde se les necesita. La más conocida es la Artists for Nature Foundation [5] (ANF: Fundación de Artistas por la Naturaleza) creada en Holanda y que reúne a diferentes artistas de todo el mundo a través de proyectos, para llamar la atención de los políticos sobre diferentes lugares del planeta necesitados de protección por medio de publicaciones y exposiciones itinerantes.
[6]Sirva lo escrito hasta ahora para explicar brevemente el concepto de este tipo de arte que vuelve su mirada a la naturaleza, que a buen seguro resulta desconocido para muchos de los lectores que se hayan detenido a leer este artículo. A su vez he enmarcado lo descrito fuera de España, para poder contrastar como se encuentra el wildlife art en nuestro país.
Por lo que parece, en España a este género artístico se le ha traducido como “arte de la naturaleza” y, por el contrario, no goza de la popularidad mencionada en otros países. Como en tantos otros temas, llevamos algún que otro siglo de atraso. La mayoría de galerías y críticos de arte no ven estas obras como tal, sino como meras ilustraciones. Este atraso viene del siglo XVIII, tiempos negros para nuestro país con las pérdidas de las colonias. España quedó en la ruina y, aunque contaba con grandes artistas del género, pronto acabaron en el olvido.
Afortunadamente, como en tantos otros temas, poco a poco vamos poniéndonos al día e igualándonos a los demás países desarrollados. Poco a poco, el arte de la naturaleza va contando con más seguidores y el número de artistas también va creciendo. Se va mirando a la Naturaleza con otros ojos, más amigos, deseosos de volver a contactar con la esencia de nosotros mismos. Aunque escasas, en comparación a otros géneros artísticos, ya es más habitual encontrarse con una exposición de wildlife art.
[7]Y, después de esta presentación más o menos acertada de un género artístico que espero que ya no te resulte nunca más, al menos, como extraño, voy a dar unas breves pinceladas sobre mi trabajo y a presentártelo. Posiblemente, más de uno se pregunte “¿y por qué este género y no otro, más “normal”?”, la respuesta es sencilla: “… y, ¿por qué no?”. Bueno, ahora más en serio, creo que en mi caso no había posibilidad de otro. Me explico. Desde bien pequeño he sentido la necesidad de estar cerca de la naturaleza. No sabría explicar la razón. Creo que simplemente naces con esa necesidad en tu interior, en tus genes. Me fascinaba la variedad de plantas y animales con la que a mi corta edad me tropezaba en mis salidas al campo. Sentía curiosidad por saber de esas vidas. Me hechizaba la infinidad de formas, tamaños y colores. Y la incidencia de la luz sobre todo lo que veía. Al mismo tiempo, necesitaba dibujar. Imagino que también estaba inscrito en alguno de mis genes. El lápiz siempre andaba conmigo, como fiel amigo de juegos y andanzas. Simplemente, el tiempo hizo confluir estas dos aficiones, el amor por la Naturaleza y el dibujo, fusionándolas en una sola cosa.
[8]Después de incursiones en el mundo del cómic y la caricatura, un buen día siento la necesidad imperiosa de dibujar aquellos animales que desde pequeño venía observando en mis salidas al campo. Empiezo sin conocimiento alguno de la existencia de este género artístico, tan sólo la fugaz referencia de las ilustraciones de Juan Varela [9] para las enciclopedias de Félix Rodríguez de la Fuente y poco más. Empleo varios años en desgranar las formas de los animales (sigo en ello), en especial de las aves, por las que siento una especial predilección al tiempo que adquiero conocimientos sobre diversas técnicas artísticas (también sigo en ello). Con el paso de los años, me he dado cuenta que una herramienta esencial para plasmar correctamente un ser vivo en un lienzo es la observación y un cuaderno de campo. Horas y horas de observación, hasta que sientes y te anticipas al movimiento del jilguero que estas contemplando. Y miles de líneas, esbozos, con errores incluidos, tomados del natural y que plasmas en lo que el artista denomina su “cuaderno de campo”. Todo lo recogido en él, queda reflejado luego en la obra final realizada en el estudio.
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[11]Fruto de mi simpatía hacia las aves, decido un buen día hacerme socio de SEO BirdLife [12] (Sociedad Española de Ornitología) y, mira por donde, conozco al citado anteriormente Juan Varela. A través de él participo en la ilustración de la Guía de Campo “Las Aves de Bioko (Guinea Ecuatorial)”. Fue mi primer contacto serio con el mundo de la ilustración. A partir de ahí se han ido sucediendo más trabajos. Y en 1999 participo en mi primera exposición colectiva de Arte de la Naturaleza o Wildlife Art, como prefieras, junto a otros 15 artistas y, que bajo el título “Ullals de Vida”, tuvo lugar en la ciudad de Alcoi.
Ya con las posibilidades que ofrece Internet, pude conocer del trabajo de más artistas, tanto nacionales como extranjeros. Gracias a este medio, vamos contactando parte de los artistas de naturaleza que andamos desperdigados por España. Fruto de estos contactos es la organización en 2003 de la exposición colectiva “Pintura de Naturaleza (Wildlife Art)” en el Zoobotánico de Jerez de la Frontera, reuniendo a 20 artistas. Germen de aquel encuentro será la reactivación de la Asociación Española de Artistas de la Naturaleza [13]. Desde entonces, se han organizado a través de esta asociación diferentes exposiciones con dos objetivos siempre presentes: la difusión de este género artístico y la colaboración en la conservación de la Naturaleza a través del Arte.
[14]Salpicando mis palabras habrás podido ver alguno de mis trabajos. Al igual que la asociación a la que acabo de hacer referencia, los objetivos que busco al plantearme la realización de una obra son siempre los mismos: despertar tu interés por la naturaleza si se encontraba adormecido y el cambio de tu actitud hacía ella. Si alguna vez lo consigo con alguno de mis trabajos, habrá valido la pena todo el esfuerzo.
Si has llegado hasta aquí, gracias por hacerlo y, si sientes interés por conocer más de mi trabajo, puedes hacerlo visitando mi blog [15]. Será gratificante recibir tu visita y tus comentarios.
Por último, agradecer a los precursores de está magnífica página, que desde el primer instante me ofrecieron la oportunidad de dar a conocer mi trabajo a la vez que a colaborar en ella.