Es una gozada cada vez que Gorka alza su cámara hacia el cielo. Después de disfrutar de sus atardeceres [1], hagámoslo ahora de las horas nocturnas, esas que, en su perfecto punto de exposición y apertura de diafragma, permite imágenes como estas…
Es una gozada cada vez que Gorka alza su cámara hacia el cielo. Después de disfrutar de sus atardeceres [1], hagámoslo ahora de las horas nocturnas, esas que, en su perfecto punto de exposición y apertura de diafragma, permite imágenes como estas…