Venimos publicando que estamos ante una temporada de setas sin precedentes en la población [2], por cantidad y calidad de los rovellones que se pueden encontrar estos días en nuestros parajes. Son muchos los vecinos -y también gente de otras poblaciones- la que se está acercando estos días a diferentes puntos de nuestro entorno con sus cestas, pues las condiciones vividas en nuestra población en las últimas semanas son idóneas para disfrutar de unos hermosos y deliciosos hongos: dos lluvias intensas (a finales de septiembre, especialmente, y otra a mediados de octubre), después humedad continuada y lluvia fina constante (como en este mes) y finalmente días de sol. Seteros locales, acostumbrados cada año a partir en busca de setas a sitios tradicionales como Ciudad Real, Cuenca o Teruel, reportan que, este año, «las de aquí son las mejores».
Así las cosas, nos hemos animado hoy a compartir una receta distinta para el rovellón, principal especie codiciada en nuestro término, donde además la variedad esclatasang, la más sabrosa, es también la más numerosa. Vamos a buscar un sabor diferente a la seta combinándola con sobrasada al horno. Aquí os dejamos la secuencia y la receta: