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A base de pelotazos, como si los chutara el mismísimo Cristiano, el techado del pasaje en Óscar Esplá, en la Frontera, ha ido resquebrejándose hasta dejar al fresco tuberías, desagües y cables de electricidad de los edificios adyacentes. Hasta seis agujeros, de dimensiones considerables, se cuentan en la zona, que ya presentaba un aspecto poco halagüeño, llena de pintadas.
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«Haz fotos, haz fotos a ver si cambia algo», nos decía una vecina cuando nos veía retratando los daños al inmueble. La situación no es nueva; muchos jóvenes pasan tiempo en el pequeño pasaje, cercana a una pista de futbito, y algunos de ellos no tienen la consideración debida por el inmueble ajeno, que lleva meses en el estado de abandono que atestiguan las fotos. «A mí lo que me preocupa», nos cuenta esta vecina, «es que ahora si techo sigan chutando hasta romper la cañería».
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Los vecinos han denunciado esta situación al ayuntamiento y han solicitado que se tomen medidas en numerosas ocasiones.