¿Es tiempo de césped en parques públicos?

Hoy nos ha llamado mucho la atención, dando una vuelta por la ciudad, encontrarnos en la recién remodelada Plaza de España una replantación de césped. De hecho, un cartel en la plaza indica «césped recién plantado, no pisar».

Tras un verano especialmente seco (y no parece que vaya a ser un otoño lluvioso) y en una época de recortes y nuevas recaudaciones estatales y municipales, ¿es tiempo de que el ayuntamiento repoble con césped parques municipales, con el elevado coste en gasto de agua que supone su correcto mantenimiento? ¿Qué opináis vosotros?

2 thoughts on “¿Es tiempo de césped en parques públicos?”

  1. Opino que esta practica tan poco sostenible, demuestra la nula sensibilidad y falta de compromiso con los principios de sostenibilidad que se recogen en la Agenda Local 21, y que este ayuntamiento publicita demagogicamente, y que no practica. Quien gobierna y -en particular quienes tiene competencia en estos temas, dada la brutal sequía que padecemos, y los injustos recortes que estamos soportando- tienen que actuar dando ejemplo. Y lo primero que hay que hacer es AHORRAR AGUA y después empezar a poner en practica, UNA JARDINERIA MÁS ACORDE CON ESTE SECO CLIMA Y CON LAS PRACTICAS SOSTENIBLES.

  2. No es solo el consumo de agua, lo que encarece el mantenimiento de césped natural. Hay que abonar, segar, replantar, fumigar cuando coge alguna enfermedad, reponer los impulsores de riego, que los vándalos o las ardillas suelen destrozar, y muchas veces, a pesar de todo ello, se seca.
    Resulta casi increible que, en los tiempos que corren, todavía se cometan estos errores.
    Al menos la Plaza de España, una vez acabada, no ha perdido su identidad, si sirve de consuelo.
    La otra, la de mas arriba, la de San Crispín, ya la destrozaron de por vida. Entre la zona de tierra, las ramas del irrisorio pino, y las pieles de pipas que siembran sus usuarios habituales, y no precisamente niños, su estrecha zona de juegos está hecha un asco.
    Lástima de 600.000 euros, según rezaba en su mastodóntico cartel.

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