La reseña: Petrer, raíces históricas

Nota: Artículo publicado originalmente en la Revista Festa 2012.


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Petrer, raíces históricas

Juan Poveda López, Ayuntamiento de Petrer/Caixa Petrer (2010)


A finales de año 2010 se publicó el libro que sirve de cabecera, del autor Juan Poveda López. Recoge en su interior dos capítulos destinados a la investigación de la antigüedad y/u orígenes de la fiesta de Moros y Cristianos, pero también en el capítulo III se aporta información de los resultados de esa investigación que el autor ha desarrollado durante cinco años y sobre la antigüedad de la parroquia de San Bartolomé Apóstol, así como otros trabajos de interés local.

Queremos destacar determinadas  impresiones que el autor dejó constancia en la expresada obra, dando a entender que el mundo de la investigación tiene su particular resorte para llegar a culminar y vencer las sombras
que como un manto cubren los secretos de nuestro pasado. Y sin embarco, la constancia y la dedicación, abre las posibles compuertas del pasado. A este respecto y de forma categórica nos muestra el autor el significado filosófico de su entrega y labor constante, y nos decía: «Un árbol se sustenta gracias al cuidado que recibe. El árbol tiene raíces y la vitalidad del mismo se alimenta por los cuidados de laboreo que se le presta, como pueden ser: fertilizantes, labranza y regadío, entre otros; en una palabra, se le da vida a la planta, al arbusto, al árbol, y éste crecerá y se desarrollará; de él sacaremos el fruto que nos pueda dar y saborear la voluntad de la madre naturaleza.» El autor llegó a plantearse: «Del árbol sé suficiente y me propuse conocer algo más; decidí entrar a conocer las raíces y familiarizarme mejor de la vitalidad del árbol y empecé a profundizar en los conocimientos particulares que me pudiera aportar esta nueva iniciativa…»

Y en su conducta de aportar transparencia a la labor que ha ido desarrollando, nos dice en otro lugar: «En definitiva, todos estamos obligados a tomar conciencia de aquello que queremos realizar, hablar o escribir. Más aún, se debe depositar todo el es­fuerzo realizado para que puedan ser censuradas las opiniones expuestas por terceras personas con capacidad y amplios cono­cimientos de la materia que se está tratando…» Y nos viene a decir también: «La historia, nuestra historia, la que habla de nuestras ancestrales costumbre locales, se está realizando con un gran esfuerzo que, en todo caso, representa para los historiadores, in­vestigadores, estudiosos, etc. una inquietud de esa materia que se ha elaborado como si se tratara de un mosaico, delicado y espe­cial, que exige transparencia, rigor, equilibrio, amplitud de miras, etc. para que se logre la estable opinión de aquello que sirva de modelo y de información para actualizar unos hechos concre­tos…» Llega un momento que justifica su trabajo realizado en la antigüedad de la parroquia de San Bartolomé y dejó escrito: «La necesidad de defender el contenido de cuatro páginas que le reservé a San Bartolomé Apóstol en el libro Buscando la logia; en la historia. Moros y Cristianos en Petrer (pp 35-38), en donde se habla de la posible antigüedad de la parroquia de San Bartolo­mé, le llevó a entrar a conocer muchas cosas que desconocía de la historia y de acontecimientos que han circulado alrededor de nuestro patrón…»

Pero valorando lo que estaba sucediendo en el entorno so­cial, económico y empresarial, en la revista Festa 2009, en este trabajo de colaboración, con estas palabras, se acercó a los mo­mentos de actualidad: «Sin lugar a dudas, Petrer, sus hombres y mujeres, y las autoridades, han de evolucionar para enfrentarse a este nuevo reto buscando el horizonte de mantener con vitalidad el progreso y la capacidad que mostraron nuestros antepasados para establecer un carácter solidario e integrador por medio de las producciones empresariales, sociales y económicas, que han servido de motor y de empuje a esta sociedad, de todo este valle, en el transcurso de muchos años en una etapa de agresividad y evolución industrial de especial trascendencia.»

La presentación de esta obra está a cargo de José Ramón Martínez Maestre, que destaca cuestiones de los problemas so­ciales que afectan directamente a los sentimientos íntimos de las familias, de la felicidad o no, según corren los vientos en cada momento. Ahora no son propicios aquellos vientos y de ello se puede apreciar cómo se ven truncadas las ilusiones festeras, fa­miliares y de esa unión gremial que forman las comparsas, las fi­las, la fiesta en su conjunto, en honor a nuestro patrón San Boni­facio Mártir. Dentro de su mensaje interesante que en el prólogo realizó se deben destacar estas palabras, que más de un festero/ festera habrá tenido en cuenta en las pasadas fiestas: «Tiempo hay de llorar, de afligirse, de asustarse, pero en primer lugar es preciso sumarse a esta conspiración secreta, en este complot de felicidad en el que todos somos cómplices. La alternativa que se nos presenta no es dudosa: o ser felices o morir; o participar del común jolgorio o superarse en la oscuridad de la desgracia; alegrarse o desaparecer del bullicio. No es posible vacilar en la elección, y he aquí por qué las grandes ciudades, incluso nuestro pueblo rebosan de alegría, y en los teatros, los banquetes, en los centros comerciales, en las cafeterías y las discotecas en todas partes donde hay pública concurrencia no se ven más que rostros satisfechos, el brillo del oropel y las galas de las opulencia.»

José Ramón Martínez cierra su extraordinario trabajo con estas y otras palabras:» Lejos queda la época en que las humil­des fiestas de los pueblos servían para celebrar una cosecha, una estación de duro trabajo o un hito en el ciclo santoral, cuando el pueblo entero se volcaba con entrega y devoción a sus costumbres ancestrales…» Y en su opinión, no dudó en decir: «En suma, nos hallamos ante una obra de vocación didáctica, de carácter ameno, pero rigurosa en cuanto a aportaciones documentales que ha de servir para abrir nuevas vías de investigación de nues­tra historia, tradiciones y fiestas locales, motivo de alegría y de celebración, así como vía de escape a nuestras tristezas.»

Las circunstancias, los problemas, están ahí, pero es de es­perar que San Bartolomé y San Bonifacio tengan en cuenta la fe de este pueblo e intercedan para suavizar los que nos puedan afectar. Que el temporal pase cuanto antes y que llegue la tem­planza y el bien estar en un futuro no muy lejano.


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