La reseña: Un siglo de música. Unión Musical de Petrer (1905-2005)

*Nota: Artículo publicado originalmente en la revista Festa 2006.

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Un siglo de música: Unión Musical de Petrer (1905-2005)

Mª Carmen Rico Navarro (Coord.). Petrer, Unión Musical, 2006, 328 páginas.

La voluntad de la Comisión del Centenario de reflejar documen­tadamente la historia de la insti­tución suponía, de entrada, el enfren­tarse a varios retos importantes: uno -y el que da sentido al libro, desde luego- es el de realizar un trabajo de búsqueda, rescate y organización de todos los elementos historicistas que constituyen la biografía de la propia Unión Musical. Aquí, Mari Carmen Rico Navarro, cronista oficial de Petrer, brilla con total autoridad y ha confec­cionado un pormenorizado recorrido biográfico que inicia con las noticias que se tienen de la primera actividad musical en la localidad, allá por el año 1627, y que se nutre con el aporte de datos consultados y estudiados en las diversas fuentes archivísticas. Se trata de un trabajo muy serio y riguroso, pero de ágil lectura, que nos coloca, al alcance de la mano, la historia cen­tenaria de la institución, y en el que su autora ha volcado la tenacidad y la pasión a las que ya nos tiene acos­tumbrados. Previo a este trabajo, y como abriendo boca a la biografía de la Unión Musical, el libro incluye la aportación de Francisco José Fer­nández Vicedo sobre el «Origen y evolución de las agrupaciones bandísticas».

Otro de los retos a abordar era el de configurar una cierta «imagen para­lela» a la de la historia de la Unión Musical en la que reflejar, de forma detallada y particularizada, aspectos directamente relacionados con la vida diaria de la Sociedad Musical: quiénes han sido sus directores, quiénes sus presidentes, cuáles han sido las ubi­caciones de sus sucesivas sedes, etc. Y aquí, la Comisión del Centenario tuvo la feliz idea y el gesto elegante de confiar la tarea a aquellas personas que, bien por su estrecha vinculación, bien por lazos familiares, o por un adecuado conocimiento del asunto, mejor podían rescatar la memoria de todos aquellos personajes que, en su momento, llevaron las riendas y la batuta de la institución. El resultado es un ejercicio de obligado recuerdo y homenaje a través de ojos llenos de gratitud y sensibilidad.

Así, en el apartado dedicado a los directores de la banda, además de los escritos biográficos de la pro­pia Mª Carmen Rico sobre diversos directores de la primera época, encon­traremos las aportaciones de Santiago Alcaraz Martínez, que nos presenta a Juan Aniorte Aracil, primer director de la banda como institu­ción municipal, así como a Santos Carrero Ramírez; la de la familia Navarro Alemany, que escribe sobre su abuelo, Manuel Alemany Sevilla, popular­mente conocido como el Maleno y de entrañable recuerdo; la de José Mª Maestre Rodríguez sobre Bartolomé Maestre Reus, Bartolo; la de Pilar Ruiz López-Pozuelo sobre Casi­miro Ruiz Lozano; la de Elías Bernabé Pérez sobre Juan Ángel Amorós y la de Francisco Callejas López sobre nuestro actual direc­tor, José Díaz Barceló.

Mª Carmen Andréu Mollá, nieta del que fuera en 1964 primer presidente de la Sociedad Unión Musical de Petrer, Adrián Mollá, firma la semblanza biográfica de los nueve presidentes que han llevado las riendas de la enti­dad.

El rigor del dato y el apunte por­menorizado se hallan también pre­sentes en el trabajo dedicado a las Sedes de la Unión Musical, por Elias Bernabé, quien también nos narra la crónica de los actos del Centenario, vividos por el autor en su fase de desarrollo con el mismo entusiasmo que ha volcado en su fase de organización. Y, abriendo un paréntesis, es justo men­cionar aquí que, en su crónica, Elías se queja repetidamente, con amarga serenidad, del escaso eco prestado por los medios de comunicación a los brillantes resultados obtenidos y, con­secuentemente, a los grandes esfuer­zos organizativos.

Otra crónica, con aires simpáti­cos, es la que Ma Carmen Rico dedica a la anual celebración de Santa Ceci­lia, Patrona de la música y de los músi­cos, y en la que no falta, ni el dato bio­gráfico de la santa, ni el recuerdo al ya tradicional ritual del baile de «la pelusa» que el elemento joven de la banda (o sea, todos) se ha encargado de casi institucionalizar.

También se hallan presentes en el libro interesantes trabajos que hacen referencia a aspectos históricos asi­mismo relacionados con la Unión Musi­cal, tales como la historia de los coros de Petrer, a cargo de Ma Paz Martínez Rico; la presencia de la mujer en la Unión Musical, de Julia Fernández Vicedo; la Reseña histórica de las ban­deras de la Unión Musical, a cargo de Conchi Navarro Poveda; el que dedica Xavi Torres al Mestre Samuel; el recuerdo a Tisteta el de Canovas, a cargo de Pablo Navarro Amat, o el dedicado a los 20 años de los progra­mas de actos de la Unión Musical, ela­borado por Patricia Navarro Díaz, cuyos trabajos sobre la vida y sociedad de Petrer deberían merecer un mayor eco y reconocimiento por parte de las ins­tituciones que se hallan capacitadas para darlos a conocer.

La trayectoria biográfica de la Unión Musical se complementa con una miscelánea de colaboraciones en la que se hallan presentes la cró­nica, el recuerdo con tintes de nos­talgia, así como la visión personal de lo que supone la Unión Musical para sus propios autores. Tales son la rela­ción de los éxitos cosechados por nuestra institución, relatados por Verónica Morán García; la visión de Paqui Reig Aracil sobre Lo que ha sido… y lo que es la Sociedad Unión Musical; la felicitación que nuestro actual director, José Díaz Barceló, dedica a la Unión Musical y, para no ser menos, quien ahora les habla, rinde su personal contribución con unas reflexiones sobre la Unión Musi­cal a salto entre la que actualmente conocemos y la que influyó nuestras infancias de los años 50. Resumiendo, se trata de un conjunto colorista y ameno de temas abordados en los que la fuente histórica y la memoria sensible caminan estrechamente unidos.

No tiene sentido que yo siga hablando más ni que me extienda en pormenorizar y detallar lo que es el libro. Todos tenemos la íntima seguridad de que su contenido nos interesa, de que este libro debe formar parte de nuestro patrimonio individual, ocupando plaza y espacio en nuestras bibliotecas, de que todos encontraremos en él algún punto referencial o dato especialmente interesante. Lo garantiza la seriedad de los planteamientos, la atractiva paleta multicolor resultante de las muchas manos redactoras, la amplia presencia de testimonios gráficos y fotográficos, el cuidado diseño en la edición así como la adecuada labor de a coordinación. Tal y como lo expreso en el  Preludio del propio libro «…debido a esa característica de colaboración plural, se puede considerar que el libro es un homenaje que la sociedad de Petrer -representada en los diversos autores y elaboradores del libro- rinde a su Unión Musical como agradecimiento por haber acompañado, durante tantos y tantos años, a todos y cada uno de los componentes de esta bendita comunidad de seres que es Petrer; a sus ascendientes, a los ascendientes de sus ascendientes, etc.».


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