Escritos de un joven indecente (LXXXIX): El último abrazo

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Vi llorar
a la NOCHE
más oscura
en SILENCIO
y desde él
brotaron
LÁGRIMAS
brillantes.
Este estudio
queda huérfano
para SIEMPRE.
El estudio
de un pintor
que huele
sólo
a óleo
(sin el aroma
de la CARNE
de la MUJER
más hermosa)
…es un cementerio.

No volverán
grises Picassos
a la calle
de la POESÍA,
no se desnudará
para amamantar
mi ALMA
la chica
que tiñó
de ROJO
mi corazón
OSCURO,
no acariciarán
mis dedos
de pianista
la pelvis
de cristal,
los pechos
de algodón
y nube,
el vientre
sideral;
(nido de la VIDA
y la LIBERTAD),
ni la centelleante
nariz de zarina
bolchevique,
ni el lunar
de la parte
izquierda
que mengua
en su sonrisa.

Vi llorar
a la NOCHE
como
NUNCA
JAMÁS
lloró
una despedida.
Lunas
de gas,
estrellas
de polvo,
NEGROS
cielos
de tormenta,
manadas
de LOBOS
aullando
a la NADA
y la raza
HUMANA
muriendo
de tristeza.

Por ELLA:
He vuelto
a SER,
para ser
el mejor
POETA.
He nacido
de los
RESTOS
de los
VERSOS
más siniestros.
He sido
asesinado
en cada
poro
de las rimas
más perfectas.
¡He retado
a DIOS
junto
al DEMONIO
y les he ganado
la partida!

Sigo VIVO
y vivo
para
desbancar
a los intocables
porque
YO
he descrito
a la POESÍA.
Su nombre
de VIRGEN,
sus OJOS
de luz
estelar,
su espalda;
el acantilado
donde
se precipitan
los SUICIDAS
en busca
de la ETERNIDAD.

Gracias
a ELLA
le robé
a Becquer
las GOLONDRINAS.
De su vientre
yacían,
en sus PECHOS
se escondían
en forma
de bandada
enamorada.

¡Ah!
No me importa
MORIR
ahora
que ELLA
marcha
hacia
la Gran nada.
AHORA
que los VIVOS
se evaporan,
que los AMANTES
son farsantes,
que el AMOR
MATA
y MUERE
en el instante
en que ELLA
rompió
mis costillas
(sin hacerme daño)
con ese abrazo
que hizo
de un pobre
condenado
el HOMBRE
más afortunado.

He visto
la NOCHE
llorar,
la MUERTE
acariciarme
y yo,
junto
a ellas,
DESANGRÁNDOME.

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