Estoy
clavando
VERSOS
como
clavos
en mis
ojos
y clamo
silencio.
Cavando
recuerdos
entre mis
huesos
con punta
de hierro
y
bramando
tu NOMBRE
mientras
MUERO
imaginando
tu rostro
sepultándose
bajo
el invierno
de silencio…
Me confieso
de nuevo,
(NUNCA
dejé de hacerlo),
te descubro
que fui,
SOY
y
SERÉ
YO
el único
HOMBRE
que no miente
cuando
escribe
tu nombre
sin mencionarte
en cada
poema
desde
que te marchaste
como
golondrina
de octubre.
Te sigo
AMANDO
y sólo
pido
al OLVIDO
que
no
cale
en tus retinas
porque
no hay
más
VERDAD
que lo
que fuimos:
¡NOSOTROS!
Ahora
duermo
para poder
volver
a SER
contigo
la metáfora
incompleta
que ningún
POETA
fue capaz
de diseccionar
mientras
la luna
llena
traza
órbitas
desde
tu lunar
hasta
el planetario
de tu espalda,
y tus labios
de sombras
sonríen
a simple
mortales
para
resarcirse
de la historia
escrita
con tinta
y vientre,
pasión
y derrota.
Tú, poema
eterno.