Camino a la abolición de la pena de muerte

El grupo de Elda-Petrer de Amnistía Internacional os recuerda que el pasado 10 de octubre se celebró por décima vez, el Día Mundial contra la Pena de Muerte.

Más de 140 países, dos tercios de todos los del mundo, dicen no a la pena de muerte. Cada año, más países renuncian a ejecutar y los que lo hacen están cada vez más aislados.

A finales de 2012 se examinará y se someterá a votación en la Asamblea General de la ONU una cuarta resolución sobre una moratoria del uso de la pena de muerte como un nuevo paso en el camino hacia su abolición.

Sin embargo, aún quedan países en los que la pena de muerte es una realidad. En 58 de ellos este castigo es legal y eso significa que más de 20.000 personas están a la espera de ejecución en el mundo. China, Irán, Irak, Arabia Saudí y Estados Unidos forman un grupo de irreductibles y aglutinan el 90% de las ejecuciones.

En China no hay datos concretos sobre las miles de ejecuciones llevadas a cabo cada año. En Irán se han producido al menos 182 ejecuciones oficiales hasta septiembre de 2012, 35 de ellas en público, y se tiene sospecha de
otras 100 más no confirmadas. En este país se ejecuta a menores y a personas acusadas de adulterio y sodomía. En Irak, en lo que llevamos de año se ha ejecutado a 96 personas, muchas veces tras procedimientos judiciales irregulares y tras confesiones obtenidas bajo tortura. Estados Unidos es el único país del continente americano que sigue aplicando la pena de muerte, con 30 ejecuciones en lo que va de año. Además enGuantánamo, el gobierno intenta que se imponga la pena de muerte a quienes comparecen ante comisiones militares; cuando los detenidos deberían ser sometidos a juicios justos ante tribunales independientes o puestos en libertad. Por fin, en Arabia Saudí, en 2011 ejecutó al menos a 82 personas, triplicando el número de ejecuciones con respecto al año
anterior.

Activistas de la organización se movilizarán en al menos 40 ciudades como Barcelona, Málaga, Madrid o Bilbao para mostrar su rechazo frontal a la pena de muerte, una violación del derecho humano a la vida. El período de movilización se inicia el 10 de octubre y finaliza el 30 de noviembre, con la celebración de la Jornada Ciudades por la vida. Los activistas realizarán actos, mesas redondas y diversas actividades para recabar apoyos contra este brutal castigo y para mostrar su apoyo a las personas condenadas.

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